El primer Torneo Selectivo Nacional de tenis de mesa, categoría libre, que se disputó hace pocos días en Guayaquil, confirmó el buen momento que atraviesa el guayaquileño Emiliano Riofrío, quien por sus resultados fue el líder y por ende confirmado, al inicio de temporada, como la raqueta número uno del país.

Afincado actualmente en España (viajó el lunes 8 de enero de regreso a Europa), Riofrío se apresta al reinicio de competencias donde, más allá de priorizar los Juegos Olímpicos, cupo al que aún puede acceder y que está entre sus planes, busca también sentar bases importantes en el microtenis español, donde tiene menos de un año, tras hacer carrera en Francia, aunque en su mente ronda el repetitivo “fantasma” del retraso de los aportes del Estado ecuatoriano.

Campeón latinoamericano en la categoría infantil, participación en tres mundiales, así como medallista en Juegos Bolivarianos, Sudamericanos, Campeonatos Panamericanos y recientemente en los Panamericanos de Santiago, Riofrío milita actualmente en el Club Madrid de España.

“Las diferencias sustanciales entre el entrenamiento en Ecuador y en Europa son considerables. Me voy satisfecho por los resultados conseguidos en esta minipretemporada, pero el enfoque sigue en las condiciones y la competitividad del ambiente de entrenamiento que me da el viejo continente”, precisó a EXPRESO.

Al abordar el malestar generalizado entre los deportistas de alto rendimiento en este inicio de año, Riofrío coincide con todos sus compañeros. Hasta la realización de esta nota, al tricolor le adeudaban los haberes desde septiembre.

“El que el respaldo de las instituciones deportivas nos llegue tarde afecta directamente a la preparación y participación en torneos internacionales. En varias ocasiones he tenido que financiarme gran parte de sus gastos. Personalmente vivo en Europa ya muchos años y allá no esperan. En esta temporada que está por iniciar tengo que pagarme casi todo yo mismo. Es complejo”, dijo con preocupación el deportista de alto rendimiento.

Por su experiencia de cómo se mueve la dirigencia deportiva en Europa, Riofrío no dudó en señalar la necesidad de cambios y un mayor apoyo económico. “Creo que hay mucho que cambiar, más que todo porque tiene que haber un apoyo más económico hacia nosotros. Yo soy deportista de alto rendimiento y muchas veces el apoyo que recibimos por parte del Estado es muy limitado”, expresó el jugador.

A nueve días del 2024, Emiliano sigue en ascuas. El incentivo económico que se ganó por sus logros no llega y para él “genera un debate sobre el abandono y la falta de respaldo financiero por parte de las instituciones deportivas”, algo que deja interrogantes sobre la sostenibilidad y el compromiso del Estado ecuatoriano hacia sus deportistas.

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