La decisión de la Conmebol de “no hacer lugar” al pedido de Jaime Estrada, Carlos Galarza, Amílcar Mantilla, Vicente Mantilla, Alfonso Murillo y Édison Ugalde, integrantes del directorio de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, quienes pidieron la suspensión de Francisco Egas por haber acudido a la justicia común, no representa una victoria final del presidente de Ecuafútbol.

En la parte final de la resolución, la Conmebol señala que “contra esta decisión cabe recurso ante la Cámara de Apelaciones de la Conmebol, en el plazo de tres días desde la notificación de los fundamentos de esta decisión”.

Egas acudió a la justicia común para tratar de evitar que se desarrolle el Congreso Extraordinario, donde se ratificó lo actuado por el directorio de la FEF, que se reestructuró. Luego desistió de dicha acción.

“Él (Egas) no desistió por voluntad propia, lo hizo porque supo que no tenía ningún elemento que podía ayudarlo en su pretensión, y no iba a tener éxito en su pedido. FIFA tiene que sancionar al señor Egas con la suspensión de sus derechos como miembro de un directorio. Si no se soluciona el tema, la FIFA y la Conmebol ordenarán que el fútbol ecuatoriano no participe en ningún torneo, porque la justicia común ha sido indebidamente utilizada para resolver un problema que es de carácter deportivo”, afirmó Ecuador Santacruz, reconocido jurista.

Su opinión es respaldada por el abogado Felipe Paredes. “El desistir de la acción constitucional no cambia el hecho de haber acudido a la justicia interna del país; eso es una contravención del Estatuto de FIFA. Por ello, Conmebol investiga los hechos, luego resolverá lo pertinente, que por lo general es una sanción para quien acudió a la justicia ordinaria del país. Considero que la FEF como institución, no saldrá perjudicada del todo”.

Felipe Rodríguez, abogado de Egas, tiene un criterio diferente. “Él (su cliente) ha sido acusado por acudir a la justicia ordinaria para resolver un asunto de la FEF. La respuesta que debe dar es a esta acusación y por qué acudió a la justicia, lo hizo no para resolver el fondo, para decir quién es o no el presidente, porque eso se reconoce que le compete a la federación, él acude porque se violó el debido proceso. Acudimos por una violación de derechos humanos. Con eso, la Conmebol deberá decidir. No estamos preocupados”.

Pepe Mosquera, exintegrante del directorio de la matriz del balompié nacional, también dio su opinión. “Fue raro que Egas haya acudido a la justicia ordinaria, pese a que en primera instancia tuvo el pronunciamiento favorable por parte de la FIFA, Conmebol y Secretaría del Deporte. Haber pedido una acción de protección creo que será un problema mayor para él. Si bien la Conmebol se pronunció sobre el tema aún falta la FIFA. Por lo que podría ser sancionado”.

La abogada Belén Baquerizo hace una importante observación en este caso. “La demanda constitucional presentada por Egas ante el Juez de la Unidad Judicial Civil en Quitumbe fue un error, pero desde el punto de vista de la federación, como la persona jurídica que es, se debe plantear que Egas presentó esa acción por sus propios y personales derechos y no representando a la FEF. De la revisión del sistema SATJE se puede evidenciar que Egas presentó esa acción como persona natural, por lo tanto, todos los actos o posibles o presuntas sanciones deberían recaer estrictamente en su persona, no como representante de la federación, entidad que no debería ser sancionada por este hecho. Jaime Estrada y los demás miembros del directorio de la FEF presentaron la denuncia contra Egas ante Conmebol y FIFA, pero como persona natural, no demandaron a la Ecuafútbol”.

Así las cosas, el pitazo final de este nuevo lío se avizora muy lejano.