David Farinango sigue dando pasos firmes y seguros en las aguas abiertas de Ecuador. Al menos eso fue lo que ratificó a mediados de febrero con los títulos en los 5 y 10 kilómetros del Campeonato Nacional Interclubes que se desarrolló en Salinas y que dejó una lectura aún mejor: es el llamado a encabezar la nueva generación de este deporte en el país.

“Ahora se viene lo más difícil: prepararse con disciplina y gran responsabilidad para los retos internacionales de esta temporada que son los más cruciales de todos porque estamos en año preolímpico”, precisó el machaleño de 22 años, quien confirmó que tiene fijada su meta en los Juegos Olímpicos París 2024.

Farinango va por la revancha en la cita máxima, luego de haber asistido a Tokio 2020 y ser el mejor nadador latinoamericano, tras ubicarse en el puesto 15 del mundo. Y es que el crédito ecuatoriano está convencido que tiene condiciones para estar entre los cinco primeros del planeta.

De momento Farinango ya tiene trazada la ruta para conseguir su clasificación que lo podrían llevar por segunda vez a los Juegos Olímpicos, debido a que la propuesta es sellar su pase en este año 2023. Junto a su entrenador Juan Fernando Enderica diseñaron los objetivos para alcanzarlo.

El primer reto serán las dos Copas Mundo a desarrollarse en Centroamérica en el mes de mayo próximo. “Estos dos eventos serán la primera prueba de resistencia física en los 10k, allí me tocará vencer a los mejores nadadores del continente. Además, medir tiempos, acortar distancias contra corriente”, señaló Farinango.

Luego participará en el Mundial de Natación en Japón a finales de julio. Aquí el ecuatoriano aspira a estar con las mejores condiciones físicas y psicológicas, poder ahorrar energía y saber rematar para estar en el podio. Farinango considera que este evento será para él la ‘prueba de fuego’.

Ya en septiembre David espera obtener la clasificación a los Preolímpicos que se disputarán en Italia y Portugal. “Tengo toda la chance para volver a los Olímpicos y será por mi revancha. El camino para llegar es duro, pero no imposible. Estoy convencido de que con trabajo lo voy a lograr”, expresó con gran optimismo.

Carlos Farinango y Luci Romero son los abuelitos de David, ellos aseveran ser los principales hinchas de su nieto, de ahí que cada vez que el joven compite en diferentes partes del país, ellos sin escatimar esfuerzos viajan desde Machala -de donde son oriundos- para alentarlo en los torneos.

“Vamos hijo tú puedes”, “eres grande David”, “falta la última vuelta”, “adelante que sí lo logras”, “ya está ganado”, son solo algunas de las frases que le gritan desde la orilla los ancianos al nadador, quien asevera que a lo lejos los escucha y siente la vibración de ellos para poder alcanzar las victorias. “Son mis amuletos de la buena suerte”, comentó sonriente el campeón en su última competencia en Salinas.

“David es un gran ejemplo para los chicos ecuatorianos; él viene desde abajo luchando por sus sueños. Es el orgullo de la familia, ya le dije que tenga fe en él y en Dios para que vuelva a estar en los Juegos Olímpicos, se lo merece por ser un gran muchacho”, remató con orgullo Carlos Farinango.