En casa tiene la malla, la licra, las gafas y el casco de ciclismo. Tres veces por semana pedalea alrededor de 50 kilómetros y la gente ha empezado a llamarlo Claudio Carapaz, al jugar con su primer nombre y el apellido del ciclista ecuatoriano que ganó el Giro de Italia 2019. Lo cierto es que al marchista Claudio Villanueva no le incomoda cambiar de actividad. Y hace pocas semanas encendió las alertas.

En su red social de Facebook, el actual medallista de oro de los 50 km marcha en los Juegos Panamericanos 2019 subió un video en el que dejó la puerta abierta al escribir: “No se amigos si dedicarme a la marcha o al ciclismo, ¿qué opinan ustedes?”. La publicación, en menos de 2 horas tuvo más de un centenar de reacciones y comentarios a favor y en contra. Minutos más tarde el mismo Villanueva salió al frente para “calmar las aguas”.

“Era solo un entrenamiento de la fase general en la que me encuentro mientras dure la emergencia por la pandemia. La marcha es mi pasión y no la cambiaría”, explicó entre risas a EXPRESO el andarín de 32 años, quien cumple el aislamiento en su natal Cuenca.

Ya clasificado a la prueba de los 50 km marcha de los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo año, Villanueva hace de todo para mantenerse en forma en casa: corre, pedalea en una bicicleta estática que tiene en la sala de su casa, juega fútbol, básquet, hace misceláneas, pesas y mucho más; sin embargo reconoce que de todas, el ciclismo ocupa un lugar especial.

“Me gusta el ciclismo, es un deporte muy fuerte. Para estar en alto nivel hay que entrenar duro. No es de coger la bicicleta e irse, sino saber sobre las rutas, cuándo meter cambios y dónde se le pone duro o suave el plato. Personalmente respeto a todas las disciplinas; ningún deporte es fácil, desde el fútbol hasta las pesas. Sin entrenar no llegas a ningún lado”, resume el azuayo.

Deportista de alto rendimiento desde hace poco más de 4 años, conoce no solo del ciclismo, sino de muchos otros deportes gracias a la lectura.

Sigue de cerca las actividades no solo de potenciales rivales en la marcha, sino de futbolistas como Lionel Messi, Rafael Nadal, en tenis; Pau Gasol, en básquet, mientras que de ciclismo sabe de leyendas como Miguel Induráin o figuras actuales como Alberto Contador, Nairo Quinta y por supuesto su compatriota, Richard Carapaz.

“Con Richard me conozco desde los Juegos Bolivarianos de 2017, sin embargo luego del título del Giro de Italia 2019 creo que es el máximo referente del país, por eso y más lo sigo de cerca”, justificó.

Desde hace más de 50 días en que inició la emergencia, Claudio, de la mano de su entrenador Luis Chocho, emprendió la etapa general de entrenamiento que se alargará siquiera por 3 o 4 meses más, hasta que se defina el calendario internacional. Solo ahí se podrá hablar con fechas exactas.

Al haberse mantenido su clasificación a Tokio, el marchista prevé hacer solo una competencia más en 50 km a inicios del año entrante, el resto será netamente entrenamiento enfocado a los Juegos. “Este parón nos deja una lección de vida: que somos muy vulnerables y que debemos valorar el aquí y el ahora”, remató.