El anhelo de contar con una vacuna contra el cáncer,  capaz de estimular el sistema inmune para combatir las células cancerosas, es una prometedora esperanza para las miles de personas que en el mundo están diagnosticadas con melanoma, uno de los cáncer de piel más frecuentes y de consecuencias mortales.

Te puede interesar: Estudio señala que el nanoplástico se fija a la célula e impulsa la metástasis

De allí que la llegada de las vacunas contra el melanoma para el 2025 genera mucha expectativa si se considera que este cáncer de piel es uno de los más agresivos y letales. Las farmacéuticas Moderna y Merck lideran los ensayos clínicos que se centran en desarrollar vacunas para combatir esta enfermedad. Cada año se diagnostican alrededor de 325.000 nuevos casos de melanoma en el mundo, por lo que es vital la urgencia de estrategias eficaces para su tratamiento.

El melanoma, un tumor maligno derivado de las células productoras de pigmento en la piel, ha sido responsable de innumerables muertes relacionadas con el cáncer. La exposición a la radiación ultravioleta, junto con factores genéticos y antecedentes de quemaduras solares, aumenta el riesgo de desarrollar esta patología. Sin embargo, con el desarrollo de vacunas que aprovechan el potencial del sistema inmunológico para identificar y eliminar específicamente solo a las células cancerosas, se abre una nueva esperanza para pacientes con melanoma metastásico, con estudios que muestran una reducción significativa en el riesgo de recaída o muerte.

Conozca más sobre el melanoma

Entre las señales más importantes para el desarrollo de melanoma, destacan la exposición a la radiación ultravioleta (UV), la exposición a las camas solares, la predisposición genética y algún lunar nuevo en la piel o uno existente que haya cambiado en tamaño, forma o color. También esté atento a la formación de un nuevo bulto pigmentado o de aspecto inusual en la piel.

Este tumor puede formarse en cualquier parte del cuerpo.Y aunque aparecen con mayor frecuencia en la espalda, las piernas, los brazos y el rostro, también pueden  producirse en las  plantas de los pies, las palmas de las manos y los lechos de las uñas.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!