El 4 de octubre se celebra el Día Mundial del Animal, pero esta fecha no es casual, pues se celebra también a San Francisco de Asís, patrono de la ecología. Este santo católico es considerado la primera persona que se concibió a sí mismo en relación con todas las creaciones y que consideraba que todos los seres vivos son criaturas de Dios.

Por ello, en Quito ya se ha convertido en una tradición que decenas animalitos se congreguen con sus dueños en la Plaza San Francisco, en el Centro Histórico, para que un cura haga una oración por ellos y les eche agua bendita.

Es así que perros, gatos, conejos, gallos, entre otros animales son los protagonistas de este ritual. Karina Suárez estuvo con su gallo Pucho, a quien ha criado con amor y dedicación. "Es muy importante para la familia, es una bendición porque cada vez que canta sabemos que hay un nuevo día", comentó.

Pero también fue el espacio de los homenajes a quienes ya no están. Karla Villalba llegó con las cenizas de su perrita pelusa, la cual falleció en marzo por una enfermedad. "Ella era mi compañera, la extraño mucho. También la traje para la bendigan y que esté en el cielo con Dios", relató la joven.

El evento se realizó al mediodía, donde también se recordó la labor del santo, al que el papa Juan Pablo II, en 1980, lo declaró también patrono de los veterinarios, animales y los ecologistas.