El Gobierno de Bélgica reconoció el pasado viernes 17 de marzo del 2023 oficialmente el budismo como filosofía no confesional, lo que abre la puerta a esa corriente espiritual que engloba a unas 180.000 personas, de una población de unos 11,6 millones de habitantes, a obtener financiación pública y más presencia en la vida civil.

El reconocimiento, a través de la aprobación de un anteproyecto de ley en consejo de ministros, formaba parte del pacto del Gobierno de coalición que lidera el liberal Alexander De Croo, y llega 17 años después de que la Unión Budista Belga presentó la solicitud. “El proyecto de ley reconoce oficialmente el budismo en Bélgica como una organización filosófica no confesional y a la Unión Budista de Bélgica como el órgano representativo de la comunidad budista en Bélgica”, señala el resumen del consejo ministerial.

El budismo se suma así a la lista de seis corrientes religiosas que Bélgica reconoce oficialmente, lo que implica que tienen acceso a fondos públicos. Se trata de los cultos católico y protestante (desde 1802), el israelita (1808), el anglicano (1835), el musulmán (1974) y el ortodoxo (1985), a los que se suma desde 2002 el laicismo organizado.

Bélgica es un país de tradición católica, pero con libertad de culto y sin religión de Estado por definición constitucional. Las autoridades no elaboran registros en función de la confesión.