ANIMALISTAS
Una funcionaria de Rescate Animal del Municipio rescató a una mascota este miércoles.Marieta Campaña

Las mascotas que pierden a sus amos podrían vivir en un estado de negación

En La Gasca, las mascotas también fueron víctimas. Algunas se niegan a ser rescatados y prefieren quedarse en el lugar donde sus dueños tuvieron su último respiro. ¿Qué hacer? Esto dicen los especialistas:

Tras el aluvión ocurrido el 31 enero en La Gasca, se han realizado varias operaciones de rescate y ayuda humanitaria en el sector, las muertes y desaparecidos siguen sumándose. Los animales también fueron víctimas de la desgracia.

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Algunas de las mascotas de los perjudicados se niegan a ser rescatados por las autoridades locales, prefieren quedarse en el lugar donde antes vivían y sus dueños tuvieron su último respiro.

Estos animales también han llegado a sufrir heridas tanto físicas, como emocionales por el aluvión. La veterinaria Diana López Mendieta comenta que causa preocupación las heridas físicas, pero con el cuidado y rehabilitación adecuada, solo será un problema a mediano plazo: fracturas al ser arrastrados por la corriente, daños a la piel por el contacto con el lodo que llevó consigo un gran número de bacterias y materiales nocivos para ellos, infecciones y más.

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López considera que dependiendo del daño, las secuelas físicas de los rescatados serán visibles o nulas, pero el efecto psicológico y emocional sobre ellos es más difícil de tratar, y en casos imposible de reponer.

“No son sólo animales que fueron afectos y ahí queda todo, también sienten como nosotros, también sufren por su pérdida”, dice López.

La veterinaria Ana Lastra comenta, por su parte, que para el caso de los perros, ellos consideran a sus amos de su manada.

 “La protección y cobijo que le da el humano a la mascota lo ha vuelto muy dependiente de su dueño”, comenta, a partir de este apego, una vez que se los separa, el animal llega a sufrir estrés por separación, pero en el caso de una persona que murió y dejó sola a su mascota, este no puede procesar la muerte del mismo y por esto se mantiene en un estado de negación y confusión por un periodo indefinido.

Señala que en muchos casos no siempre se logra una recuperación emocional, sino que se mantiene en negación, donde por proteger su territorio y su dueño, actúa de manera agresiva por el bien de su difunto compañero.

López añade que si bien es complicado tratar a una mascota en esta situación, lo que los siguientes dueños del mismo pueden hacer, es darle el mayor cuidado posible, para llenar el vacío que dejó su anterior amo.