La nictofobia, o miedo a la oscuridad, y la sedatefobia, o temor al silencio, son trastornos de ansiedad que afectan a quienes los padecen con intensidad. La primera se caracteriza por un miedo profundo a quedar sumido en la oscuridad total, mientras que la segunda se trata del temor irracional a la ausencia de sonidos ambientales habituales.

En Ecuador, estos temores se ven acentuados por los frecuentes cortes de energía nocturnos, que dejan a familias enteras sin luz y privadas de sonidos reconfortantes como los del refrigerador o el aire acondicionado, durante períodos de hasta tres horas.

En el caso de la nictofobia se puede manifestar en personas de todas las edades y suele estar asociada a experiencias traumáticas o a la imaginación desbordante, especialmente en la infancia. Mientras que una de las razones principales detrás del miedo al silencio es la sobreestimulación constante a la que estamos expuestos. Los dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y ordenadores, nos mantienen conectados las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con sonidos, notificaciones y distracciones constantes. Esta sobreestimulación puede hacer que el silencio se perciba como inquietante, ya que nos confronta con nuestros propios pensamientos y emociones.

¿CÓMO REACCIONAR?

• Quienes sufren de nictofobia, pueden tener a la mano una 'luz quitamiedo', puede ser una lámpara a pilas o un paquete de velas, la idea es tener una fuente de luz accesible para que sientas un mayor control sobre la situación.

• Los que temen a la ausencia de sonido pueden apoyarse con el ruido blanco, ideal para enmascarar o tapar otros sonidos provenientes del ambiente o el vacío del silencio. En Spotify se encuentran playlist enteros que podrás descargar en tu celular para cuando te quedes sin wifi por el corte de energía.

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