María Marín por más de 50 años se mantiene en la tradición de elaborar objetos de barro y madera. Recordó que, en su casa en Cuenca, sus abuelos empezaron la tradición y la heredaron a sus padres y ahora es ella quien se resiste a dejar perder.

En antaño, en especial por noviembre, el principal producto que elaboraban eran juguetes porque era una Navidad anticipada, mencionó.

Los padres buscaban las pirinolas, trompos, caballos de palo, cocinas, ollas y otros juguetes que eran los regalos para los pequeños de ese entonces.

Sostuvo que ahora elaboran juguetes, pero en pocas cantidades porque la tecnología mata las tradicionales ancestrales. María es una de las 2 mil expositoras que han acudido a la feria en Shuyurco que se desarrolla por más de medio siglo en Ambato.

Esta feria congrega a artesanos de todo el país y estará hasta el domingo 6 de noviembre. José Maisanche tiene su taller en Ambato y mencionó que siguen con las tradiciones, pero más elaboran objetos para adornos de las casas.

Recordó que antes con las perinolas, que es una pieza de madera de seis lados con frases: pon, deja, sal, repite, pierde, toma todo, hacían hasta concursos en las escuelas o en los barrios. De igual manera era con el trompo que se desvivían para demostrar las habilidades de quién lo hace bailar más.

Los artesanos no dejan morir las tradiciones y en las ferias tratan de promover los juegos que aprendieron de los abuelos y sus padres.