Si eres de los que anda al apuro, sale temprano de casa y desayuna poco, debes saber que estás elevando tu riesgo de sufrir obesidad y diabetes.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Lübeck en Alemania hizo un análisis sobre el tipo de alimentación y la manera en que influye el número de calorías que se consumen en determinado momento del día.

Así confirmaron que quienes acostumbran a servirse un desayuno consistente, pueden quemar el doble de calorías que los que ingieren esa misma cantidad de alimentos en la noche.

La publicación que acaba de ser difundida en la revista científica de la Sociedad de Endocrinología de ese país resalta que si eres de los que no está acostumbrado a desayunar bien, debes comenzar a cambiar este hábito. 

¿Por qué? Porque cuando consumes bajas calorías, tendrás luego más apetito y una mayor tendencia a comer dulces.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores hicieron un seguimiento a 16 hombres que consumieron un desayuno bajo en calorías mientras que en la cena comieron en gran cantidad. Luego se les pidió hacer lo contrario. El resultado fue que esas altas calorías se quemaban mejor si se consumían en la primera hora del día.

Este trabajo corrobora una investigación anterior desarrollada por la Universidad de Tel Aviv y que tuvo a mujeres como voluntarias.

Entonces, si tu objetivo es bajar de peso, comienza a seguir estas recomendaciones científicas y a prestar atención a una parte del viejo dicho que indica que hay que desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, aunque no necesariamente debas cenar como un mendigo.