
Cinco pueblos mágicos cerca de Quito para explorar lagunas, volcanes y cascadas
A tan solo dos horas de Quito, estas localidades ofrecen un respiro lejos del bullicio de la capital
Es domingo y, apenas amanece, Quito empieza a desperezarse entre la bruma y el bullicio. Para muchos, los fines de semana son el momento perfecto para escapar de la ciudad, y para ello existen destinos a menos de dos horas de la capital que parecen sacados de otra época, donde el tiempo se mueve al ritmo de las campanas de las iglesias, y el saludo aún es una costumbre sagrada. Son los llamados pueblos mágicos: rincones que conservan el alma de la Sierra, llenos de historia, sabor, paisajes y calidez.
Pichincha e Imbabura albergan, en su extenso territorio, cinco de estos pueblos mágicos, tan cercanos que incluso una visita de menos de 24 horas puede ofrecer un verdadero respiro.
Sabor y naturaleza en Pichincha
El primero de ellos es Rumiñahui, declarado como el primer pueblo mágico de Pichincha en 2020, y el destino más cercano a Quito. Pese a su tamaño reducido, este cantón cuenta con 241 casas patrimoniales, museos e históricas haciendas de gran valor cultural. Además, ofrece atractivos naturales como la reserva ecológica El Molinuco e impresionantes cascadas. Pero uno de sus mayores encantos es su deliciosa gastronomía, con platos típicos como el hornado y los tradicionales helados de paila, que representan un gasto que no supera los $10.

También en Pichincha se encuentra Cayambe, segundo pueblo mágico de la provincia. Ubicado al pie del volcán que lleva su nombre, es un destino que conjuga ciencia, historia y sabores. A unos 70 kilómetros de Quito, su principal atractivo es el complejo arqueoastronómico Quitsato, un reloj solar ubicado justo sobre la línea equinoccial. Pero la visita no estaría completa sin probar los bizcochos recién horneados, acompañados de queso de hoja y chocolate caliente. Cayambe también es la puerta de entrada a la Reserva Ecológica Cayambe-Coca, con rutas hacia lagunas, páramos y el nevado. En sus festividades, la música y la danza reflejan un profundo orgullo identitario.
Rutas con alma en Imbabura
A menos de dos horas de la capital se encuentra la provincia de Imbabura, conocida como la “provincia de los pueblos mágicos”, pues concentra a tres de ellos en su territorio: Cotacachi, Pimampiro y San Antonio de Ibarra.
A poco más de una hora y media de Quito está Cotacachi. Su fama se debe principalmente a la producción artesanal de cuero, exhibida en tiendas y ferias a lo largo de la calle 10 de Agosto, y a su acogedora arquitectura republicana. Pero este pueblo es mucho más que comercio. Situado entre el volcán Cotacachi y la laguna de Cuicocha, ofrece un entorno natural privilegiado, ideal para caminatas, navegación y observación de aves. Cotacachi también es un referente de desarrollo sostenible, con comunidades indígenas organizadas que brindan experiencias de turismo comunitario. La mezcla de modernidad, herencia ancestral y naturaleza lo convierte en un destino imperdible.

A solo siete kilómetros de Ibarra y a menos de dos horas de Quito, San Antonio de Ibarra es un ícono del arte popular ecuatoriano. Famoso por su tradición en la talla de madera, este pueblo ha formado generaciones de artesanos que transforman troncos en esculturas, muebles y obras sacras de delicado detalle. Un paseo por sus calles permite visitar talleres familiares donde el arte se respira en cada rincón. Además de su valor artístico, San Antonio ofrece rutas de senderismo hacia el volcán Imbabura, gastronomía típica imbabureña y una vista panorámica que hace honor a su título de pueblo mágico.
Finalmente, Pimampiro, conocido como “La Puerta del Sol”, se ubica sobre una planicie que regala vistas infinitas de los Andes. A unas dos horas de Quito, este pueblo ofrece una experiencia serena, con clima templado y aire puro. Las caminatas por sus montañas permiten descubrir flora endémica, cascadas y miradores espectaculares. Pimampiro también es hogar de una comunidad orgullosa de sus raíces, con festividades coloridas, mercados tradicionales y una hospitalidad difícil de igualar.
¿Qué es un pueblo mágico?
Un pueblo mágico es una denominación turística otorgada a ciertas localidades por su riqueza cultural, natural, histórica o artesanal, que las convierte en destinos únicos dentro de un país. La categoría busca reconocer y promover comunidades que ofrecen experiencias auténticas, conservan tradiciones vivas y fomentan el turismo sostenible.
En Ecuador, el programa fue creado por el Ministerio de Turismo en 2019. Actualmente, el país cuenta con 21 Pueblos Mágicos ubicados en todo el territorio nacional, con especial énfasis en la sierra.
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