Hace 20 años, Carlos Alfaro Moreno, se enamoró de Yesenea Marlene Mendoza Tarabó. Algo por lo que el argentino ‘firmó su estadía de por vida’ en Ecuador. Ella es una manabita hermosa, columna vertebral del hogar.

Yesenea es la ‘culpable’ de que el Beto eche raíces en el país y, de paso, se convierta en el actual presidente de Barcelona.

La maestra de danza es madre de Yesita, de 13 años, y Alejandro, de 15, sus hijos. Es de las personas que casi no asoma en la vida mediática de Alfarito, pero habló con EXTRA de muchos detalles que están detrás de la vida de su pareja.

La destacada bailarina es quien dirige sus academias. Nos atiende en su centro artístico, el cual está lleno de fotos familiares.

¿Estamos ante la ‘culpable’ que Alfaro Moreno se enamore más de este país y hasta llegue a ser presidente del Barcelona?

Yo qué... la entrevista viene fuerte. (risas)

¿Es verdad o no?

En cualquier pareja es maravilloso ver cumplidos los sueños y propósitos que se quieren hacer realidad. Desde hace mucho tiempo sé que Alfaro nació para eso. Su sangre no es roja, sino amarilla. Lo he visto llorar por la institución y frustrado por no poder realizar lo que a él le parece coherente, el camino que se debe tomar. No lo quería ver llorar más por ello. Le dije que si vuelves a la dirigencia del Barcelona será como el primero, porque naciste para eso.

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Y en diciembre del 2018 la pasamos mal por su salida del equipo, lloraba por eso. Lo veía demasiado decaído y frustrado, pero le dije que eso iba a pasar y que si volvía al equipo es porque Dios te va a usar, él es un hombre con propósitos.

¿Cuántas lágrimas le ha costado a su esposo Barcelona?

Ha llorado bastante, solo yo lo sé. Cuando uno está en comunión con Dios, las adversidades de la vida nos hacen sumar, porque ahí se ve la fe de las personas. Mi familia está llena de fe y mi maravilloso esposo tiene mucha espiritualidad. No nos podemos hacer oídos sordos de lo que pasa y lo que nos define a nosotros es como nos enfrentamos a eso.

¿Se enamoran, pero cuando se casan estaba firmado que se quedarían en el país?

Siempre estuvimos claros donde íbamos a realizar nuestras vidas como pareja. Él ya estaba arraigado aquí por la pasión del equipo, ama la ciudad y el país se lo conoce todo. Teníamos una relación consolidada en la parte profesional.

Antes de ser la esposa de Alfaro Moreno ¿qué sabía de fútbol?

Casi nada, lo mío siempre fue la danza.

¿Pero su corazón es azul o amarillo; es de Liga de Portoviejo o Manta por Manabí?

Mi padre, Arnaldo Mendoza, es emelecista, pero en este momento es el hombre más feliz de la tierra viendo a Alejandro que llegó a la presidencia de Barcelona.

Mi papá en el tiempo de elecciones estaba un poco enfermo, pero cuando se enteró de que había ganado su yerno, se levantó y hasta se mejoró.

Antes decía que era emelecista por mi papá, pero en realidad soy barcelonista por el amor de mi vida.

Barcelona gana un presidente, pero Yesenea Mendoza pierde tiempo con el esposo.

¡Noooo, para nada! Cuando uno está compenetrado con la relación de pareja es otro nivel de vida el que se vive. Necesitamos amar a esa persona y admirar al esposo, respaldarlo donde esté. No considero que pierda tiempo. Los dos nos apoyamos en lo que hacemos. Hemos sabido manejar los tiempos durante estos 20 años. Ha sido un proceso maravilloso.

Carlos siempre ha sido apasionado en sus cosas.

Nos identificamos por la pasión con la que realizamos todas las cosas. La idea es cumplir nuestros propósitos por los que estamos en este mundo.

Usted pasa a ser la primera dama del mundo amarillo. ¿Se ligará a algo del club?

Eso debe contestarlo él. Estaré junto a Alejandro en todo lo que haga y en lo que me requiera, lo que importa acá es que se cumplan todos los objetivos que él tiene.

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Alfaro Moreno ha cumplido el sueño de ser presidente del Ídolo y Yesenea que hace.

Justo ahora cumplo un gran sueño, los 25 años de mi academia, centro artístico y fundación. Era un reto muy grande hacerlo realidad. Nos ha costado trabajar fuerte con el fin de que sirva de inspiración y motivación para otras personas. Somos una gran familia y estamos agradecidos por compartir con el público en todo este tiempo. Tuvimos reconocimientos para los colaboradores con muchos años.

Usted es una persona del arte, la danza y el baile, ¿le ha enseñado a bailar a su esposo?

Sí, baila muy bien el merengue y la salsa. Claro que no somos tan activos en las reuniones sociales, pero más disfrutamos de nuestros cuatro hijos y estar con mi padre. Una buena cena con ellos es fabulosa y eso no lo cambio por nada.

Su esposo ha hecho de todo en el país, ¿qué le falta por realizar?

Uno de sus grandes propósitos era llegar a la presidencia del Barcelona, pero con dignidad y coherencia.