Los videos en los que aparece Julissa A., la joven milagreña que participó en un show de estríperes masculinos, inundaron de comentarios las redes sociales. Este 5 de diciembre, la chica decidió poner una denuncia por el delito de violación a la intimidad para sancionar a los que grabaron y difundieron el material audiovisual.

Ella se ampara en el artículo 178 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que estipula lo siguiente:

“La persona que, sin contar con el consentimiento o la autorización legal, acceda, intercepte, examine, retenga, grabe, reproduzca, difunda o publique datos personales, mensajes de datos, voz, audio y vídeo, objetos postales, información contenida en soportes informáticos, comunicaciones privadas o reservadas de otra persona por cualquier medio, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.

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Sin embargo, para el abogado Julio César Cueva, el dar con los responsables de estos delitos tarda mucho tiempo.

“Alguien tiene que agarrar ese video y ver de dónde vino, de ahí ir hacia atrás hasta dar con el video original. Podrían servir las cámaras de seguridad para saber quién filmó, pero lo que yo entiendo es que son muchas personas. Es muy probable que sea humanamente imposible (establecer responsabilidades penales), incluso en cuanto a costos”, explica.

Además, según el criterio del experto, en una discoteca no existe una “expectativa razonable de privacidad”. “Cuando vas a un lugar público como una discoteca, que es privada pero que es a la vez pública porque hay personas que no conoces, no hay expectativa razonable. Si quieres hacer algo y no quieres que nadie te vea, tienes que estar en tu casa. Por todos estos motivos, el jurisconsulto cree que la denuncia de Julissa no prosperará.

Cueva, por el contrario, considera que se podría analizar un posible uso indebido o no autorizado de imagen, pero que aquello es algo diferente. Ahí sí se podría ver si existe una infracción, cotravención, delito o similar.

RECOMENDACIONES

Bajo este contexto, Cueva dijo que lo mejor es no exponerse y puso de ejemplo cuando, los enamorados graban videos íntimos.

“El amor se puede terminar, se pelean y uno de los dos publica los video. No te dejes grabar, porque ahí no hay nada que publicar. Incluso si las subes a tu computadora con acceso a Internet, alguien te puede hackear”, advirtió.