La venta libre en farmacias del país de pruebas rápidas de diagnóstico de covid-19 desde este lunes 15 de agosto, anunciada públicamente la semana pasada por el Vicepresidente de la República, Alfredo Borrero; y el ministro de Salud, José Ruales, se pospuso en cambio sin ningún aviso oficial.

Según comprobó este Diario a través de un recorrido por locales de diversas cadenas farmacéuticas en el centro de Guayaquil, no había ni los productos ni información al público sobre la posible fecha desde que empezarían a entregar los tests caseros, según indicaron dependientes consultados, quienes coincidieron en cambio en que habían llegado otros usuarios a preguntar por esos productos.

Consultado en Quito por medios de comunicación, el ministro Ruales indicó que aún trabajan en la plataforma para el autoreporte de los resultados de las pruebas, que deben comunicar los usuarios. Según está previsto, los test caseros tendrán un formulario con un código QR para el registro.

Ruales agregó que también se esperaba que la respectiva agencia de regulación del Ministerio de Salud terminara de validar y aprobar los tipos de pruebas que se van a vender en las farmacias. El ministro había anticipado la semana pasada que se venderán libremente, sin necesidad de receta, pero "siempre que tengan una sensibilidad mayor al 90 % y una especificidad mayor al 95 %", acotó el ministro, con el fin de asegurar la fiabilidad de los resultados.

Además de ello, según una fuente de las cadenas farmacéuticas, otra causa del retraso fue la demora en la emisión de acuerdo ministerial para autorizar la venta en farmacias particulares, mientras aún seguía vigente uno anterior de 2020 que dispone que estas pruebas solo pueden ser utilizadas en establecimientos de salud, autorizados por el Ministerio del ramo.

El anuncio de la venta libre de pruebas rápidas de covid-19 había sido saludada por médicos epidemiólogos porque consideran que ayudarán a mejorar el monitoreo de la situación de la pandemia; aunque otros doctores habían acotado la necesidad de una campaña previa de educación e información ciudadana sobre el uso de los test.