Tendrán que pasar un año en la cárcel. Su detención es cuestión de días. Dicen que no huirán del país y que “seguirán en la lucha”. Pablo Chambers y Rodolfo Portillo, veedores designados por el presidente Rafael Correa para investigar los contratos de Fabricio Correa con el Estado, fueron sentenciados a prisión.

En su informe final, ellos aseguraron que el primer mandatario sabía de la existencia de los contratos de su hermano.

El jueves, los jueces Miguel Jurado, Jorge Blum y Richard Villagómez ratificaron la sentencia por falso testimonio. Era la última instancia ordinaria a la que podían acudir para evitar ir presos. Ramiro Román, su abogado, dijo que quienes quieren verlos presos tendrán que esperar que se ejecutoríe la sentencia.

Antes de que eso ocurra, la defensa debe ser notificada por escrito para pedir la aclaración y ampliación de la sentencia. Román recordó también que el caso está en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El abogado asegura que los veedores lo único que hicieron fue entregar “información que no le cayó bien al señor presidente o a las personas que se vieron afectadas. Por eso hicieron eso a los señores veedores: primero callarlos y luego enjuiciarlos para callarlos”.

Chambers aseguró que jamás se cuestionó su informe y “lo único que se ha dicho es que el señor presidente no sabía de los contratos. Bien, ahora ya lo sabe, ¿qué ha hecho?”, preguntó.

Para el presidente del Colegio de Abogados de Pichincha, Ramiro García, el fallo de la Corte es una barbaridad.

Los veedores no han sido los únicos que han recibido condenas en juicios seguidos por el presidente. Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa fueron sentenciados por injurias, igual que el articulista Emilio Palacio. El último en recibir una sentencia por afectar a la honra del presidente fue el vicealcalde de Quito, Eduardo del Pozo.

La ministra de Justicia Ledy Zúñiga dijo a EXPRESO que en el Código Integral Penal (COIP) no existe ningún delito tipificado como infracción por pensar distinto al presidente, “entonces mal podrían ser enjuiciados por esa razón”.