Oscuridad. En las noches, la avenida 9 de Octubre acoge  desde chamberos, prostitutas e indigentes que usan la vía como refugio. También se evidencia basura en las esquinas y oscuridad por alrededor de 13 cuadras.

Un tramo sombrio de la 9 de Octubre ahuyenta el turismo

La inseguridad, la falta de iluminación y la mendicidad son los motivos principales. Los hoteleros, vecinos y comerciantes se muestran preocupados.

Veredas transitadas por habitantes y turistas; pitidos de carros; comercios abiertos; bullicio; trabajadores entrando y saliendo de los edificios. La actividad en la tradicional avenida 9 de Octubre de Guayaquil no se frena mientras dura el sol. En las noches, en cambio, esta vía sufre una transformación que aqueja y preocupa a hoteleros, comerciantes y moradores del sector.

Michael Jiménez, estadounidense de 28 años, quiere andar siempre de turista, asegura. Le gusta viajar y por eso se considera un ‘mochilero’. De esos que prefieren recorrer las calles a pie para mirar y apreciar mejor la ciudad. Llegó hace cuatro días al puerto y se hospedó en uno de los hoteles asentados en la 9 de Octubre, calle por donde camina en el día, pero que no se atreve a hacerlo en las noches.

“A esas horas prefiero pedir un taxi, no me siento muy seguro”, le comenta a EXPRESO, con un español forzado.

Como él, a diario son decenas de turistas los que evitan transitar por ese tramo de la ciudad, según indican los dueños y representantes de los hoteles de esa avenida.

“Cuando finaliza su estadía me dicen que les gusta el hotel, que todo está muy organizado y limpio, pero que sienten que el sector es peligroso”, detalla Victoria Romero, propietaria del hostal Villa 64, quien muestra una lista de comentarios que sus clientes dejan en las páginas de internet donde Victoria ofrece las habitaciones. ‘El sector luce peligroso’ y ‘la localidad parece insegura’, son algunos de los que sobresalen en diversos idiomas.

Es que ir y venir pasadas las 19:00 por al menos 13 cuadras del bulevar, desde las avenidas Tungurahua hasta Pedro Moncayo, implica percibir nauseabundos olores en las veredas desoladas y cruzarse con trabajadoras sexuales y mendigos; que atraídos por la oscuridad, a falta de iluminación, le restan belleza, elegancia y turismo a la 9 de Octubre. Así lo comprobó este Diario tras un recorrido.

EXPRESO, además, conversó con varios moradores, comerciantes, transeúntes y representantes de los hoteles situados al pie de esa calle, quienes previamente han tenido una serie de reuniones para expresar sus preocupaciones y hacer planteamientos para hacer de la zona un sector inatacable. Seguro.

Pero los problemas son algunos y saben que necesitan del apoyo de las autoridades municipales y policiales.

“En las noches hay prostitutas, mendigos e inseguridad. Necesitamos más resguardo policial. Ya es tiempo de que se le dé una mano a esta arteria”, comenta Muriel Beaven, propietaria del restaurante Caracol Azul y vecina del sector.

“En el día nuestro local se llena de turistas, en las noches no tanto, es que a pesar de que contamos con cámaras de seguridad, luces en las afueras de nuestro restaurante y más, la poca iluminación de la 9 de Octubre hace que se sientan menos seguros”, indica Yislianne Moreno, encargada del restaurante Asian Coffee, quien también colinda con esa vía.

Con ella coincide la administradora del centro de belleza Lauren´s. “En las noches nos da miedo trabajar y no podemos hacerlo tranquilas porque se dan robos y asaltos”.

Incluso, hay quienes no viven allí, sino en el entorno, y también evitan desplazarse por esta ruta.

“Recuerdo que cuando era pequeño salía a pasear con mis padres en esta calle hasta la noche y todo se veía divertido y sano. Ahora, paso por compromiso, porque a pesar de ser guayaquileño, también me atemoriza. No quiero salir lastimado. Antes esta era una vía de paseo nocturno, sí... Fuera bueno, realmente un logro, que volviera a ser como antes, que recupere su esencia”, agregó Carlos García, ingeniero químico y morador.

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