Por primera vez en meses, las entradas en el Olímpico de Roma están agotadas: el mediocampista Francesco Totti, el eterno capitán, se despide hoy tras casi 25 años de carrera en el equipo de la capital, el único para el que jugó hasta ahora.

Miles de aficionados asistirán a la despedida del ídolo, cuando el cuadro romano se enfrente al Genoa en el cierre de la Liga italiana de fútbol. “Es imposible expresar en algunas palabras lo que estos colores significaron, significan y significarán para mí”, expresó Totti el jueves en su página de Facebook, para confirmar su adiós.

Durante su carrera, Totti rechazó ofertas de equipos como el Real Madrid para seguir en la Roma. En la capital italiana es venerado como un santo de la ciudad y difícilmente se puede pensar en el conjunto romano sin él. “Totti ha escrito la historia del fútbol”, le escribió el arquero Gianluigi Buffon, otra leyenda, hace unos años.

Totti jugó 785 partidos y marcó 307 goles, fue campeón de la Serie A en 2001, ganó dos veces la Supercopa italiana y en una ocasión la Copa. En suma, rompió casi cada récord desde su debut el 28 de marzo de 1993. Con el tiempo, el mediapunta adquirió el estatus de leyenda, pero su ‘monumento’, dentro del campo, comenzó a derrumbarse.

Bajo las órdenes del técnico Luciano Spalletti, que dirige la Roma desde inicios del año pasado, Totti fue esencialmente un suplente. Ni él ni los aficionados aceptaron la situación, lo que en general derivó en conflicto.

Hace algunas semanas, el nuevo director deportivo del equipo, el español Ramón Rodríguez Verdejo, más conocido como ‘Monchi’, informó que a partir de la próxima temporada Totti tendría un nuevo rol en el club, como parte del staff técnico.