El efecto puede ser tan dañino como doloroso, por las concentraciones de ácido. Hay casos en los que las encías sufren las consecuencias por las quemaduras; el dolor y la sensibilidad permanecen por, al menos, 24 horas. Y, por supuesto, también se presentan efectos en el esmalte de los dientes. Por eso, dice que para aplicar estos productos en casa se debe tener la guía de un profesional para no llegar a situaciones en las que la sensibilidad llegue a ser permanente.

Sabe que desde hace algún tiempo hay una tendencia a tener los dientes lo más blancos posible, porque consideran que esa es la sonrisa ideal. El problema es que muchos los quieren de un color que no es natural, tipo tiza. La gerenta de Surian explica que es preciso saber además que no todos tienen la misma tonalidad. Están incluso quienes fuman, consumen café y vino en exceso y que por eso tienen un color distinto.

No solo eso. Existen más hábitos erróneos y uno de los principales tiene que ver con la mala elección del cepillo de dientes. Hay quienes creen que lo mejor es usar aquellos que tienen cerdas suaves para no dañar las encías o los de cerdas duras porque sienten que, de lo contrario, no hay una correcta higiene. Esta profesional recomienda que si no tiene ningún problema en su boca, lo mejor es usar un cepillo de cerdas medias, pues los suaves son recomendados para quienes han tenido una cirugía dental y los duros para aquellos que tienen prótesis fijas.

Pide aprender una correcta técnica de cepillado, que es donde más fallan no solo los guayaquileños, sino la población en general. Lo común es que la gente haga un barrido rápido y crea que tiene su boca limpia porque siente un aliento fresco, mucho más porque se aplicó un enjuague bucal. Pero no es así, para que el resultado sea efectivo, debe limpiarse, por lo menos, dos minutos y no dejar de usar hilo dental. Debe tomarse su tiempo, pues es entre los dientes donde quedan restos de comida.

Hay que tener cuidado también con el exceso de azúcar que queda acumulado en los dientes, ya que es el causante de la formación de caries. “Hay quienes tienen adicción al azúcar, pues también tienen que hacerse adictos a la limpieza dental”, dice.