Sede. Santiago Roldós, director de Muégano, muestra los avances del teatro, ubicado en la calle Tomás Martínez.

Un teatro florece en la marchita zona rosa

En medio de negocios vacíos y carteles de alquiler, la zona rosa de Guayaquil cojea. Las luces de los pocos bares que aún abren sus puertas apenas hacen mella en la noche porteña.

En medio de negocios vacíos y carteles de alquiler, la zona rosa de Guayaquil cojea. Las luces de los pocos bares que aún abren sus puertas apenas hacen mella en la noche porteña.

Sin embargo, en medio de la desolación que embarga este emblemático barrio del centro, un nuevo inmueble se levanta.

Ubicado en el callejón Magallanes, en el terreno de lo que alguna vez fue un taller mecánico, se colocan las vigas de la nueva sede de Muégano Teatro.

Para Santiago Roldós, dramaturgo y director del colectivo, no obstante, el proyecto empezó hace seis años: “Pensé que era viable rescatar edificios patrimoniales transformándolos en sedes para grupos de artistas. La inversión la podía hacer el Municipio y nosotros devolveríamos a la ciudad una gestión artística, donde el concepto no fuera la rentabilidad sino la sostenibilidad”.

Añade que el formato, que en aquel entonces fue presentado al Cabildo, ha dado frutos en otros países.

Pese a esto, la idea quedó en el congelador hasta que a fines del año pasado el Municipio anunció el visto bueno al proyecto, pero con un giro inesperado. Este no se realizaría en una casa patrimonial, sino que se construiría en una edificación completamente nueva, entregada a Muégano en convenio de uso durante 25 años.

El proyecto también es parte del programa de reactivación del centro que desarrolla la entidad estatal en este sector.

El inmueble contará con una sala principal donde se pondrán en escena las obras, un salón de usos múltiples que servirá como laboratorio teatral y una plazoleta que se utilizará como espacio comunitario.

“Queremos involucrar a los vecinos y ofrecer una programación diversa que incluya obras de grupos locales y nacionales, además de las nuestras”, comentó el artista.

Otra iniciativa en Las Peñas

Como lo relató EXPRESO en febrero pasado, la patrimonial Casa Pintado está en proceso de convertirse en el Estudio Paulson. El inmueble también fue entregado a la fundación Albert Paulson, que lo administrará bajo la modalidad de ‘convenio de uso’. El sitio se enfocará en la enseñanza de la técnica actoral Meisner; pero contará, a más de los salones de clases, con una sala de teatro en la que se presentarán propuestas locales y nacionales.

La remodelación de la casa, realizada por el Cabildo, incorpora componentes modernos en el interior, manteniendo los elementos tradicionales. La edificación deberá terminarse durante el próximo mes. Marlon Pantaleón, quien dirigirá el estudio, señaló que tienen previsto empezar las clases en junio o julio del presente año, así como la programación dentro de su sala.