El periodismo exige pasión, rigurosidad, ética y transparencia. Y, por supuesto, una complicidad entre los que lo elaboran y los que lo consumen. Los lectores, oyentes, televidentes, usuarios conocen a los medios a través de los cuales eligen entender el mundo. Los quieren. Y hay una verdad tácita en esta relación: ambos se necesitan.

A veces, un lado se olvida de la importancia del otro. Si hacemos un repaso de nuestro día a día, los medios de comunicación están con nosotros siempre. Si retrocedemos a nuestros primeros recuerdos, un periódico, una revista, una voz en la radio, un noticiero en televisión o un sitio digital (para los más jóvenes) serán parte de ellos.

A lo largo de su historia, así como los estilos de vida de sus usuarios, el periodismo ha cambiado y ha buscado adecuarse a las rutinas de nuevos tiempos y a responder a las nuevas preguntas que un mundo cada vez más complejo e interconectado genera. Y a las preguntas de siempre, por supuesto,porque la humanidad sigue con añejísimos lastres. Corrupción, desigualdad, autoridades que no sirven, sino que se sirven, y más.

La predominancia de lo digital exige que los periodistas ideemos nuevas maneras de presentar lo que pasa alrededor. Es una oportunidad invaluable e inédita para poder hacer mejor periodismo que nunca. Los periodistas jamás hemos contado con tantos recursos y plataformas que se complementen para poder comunicar. Los usuarios nunca han tenido tantas opciones para informarse.

La masificación de Internet llegó también con visiones apocalípticas sobre lo que iba a ser el futuro del periodismo. Que ahora los ciudadanos serían los informantes, decían algunos. Que ya no se requeriría un intermediario, lanzaban otros. Que los medios de marcas tradicionales y con arraigo iban a desaparecer.

Lo que ha hecho el tiempo ha sido demostrar que el periodismo sigue vivo. Que, si bien han aparecido nuevos medios, cada vez son más necesarias las marcas tradicionales y con arraigo como garantía de información confiable y de calidad, como herramienta para separar la paja del heno, para conocer qué es verdad y qué no, para dar una visión más exacta y clara de lo que ocurre en nuestro entorno, para tomar mejores decisiones, para conocernos.

También, más recientemente, se ha popularizado el anglicismo 'fake news', noticias falsas. Empleado por aquellos poderosos incómodos con el periodismo cuestionador, su intención es sencilla, minimizar hechos reales que les desagradan. El término también se refiere al contenido basura, a aquel que busca desinformar y que tiene un fin ajeno al que el verdadero periodismo pretende siempre, la verdad.

En este mundo de sobreinformación, en el que cada vez es un desafío mayor y complejo identificar fuentes de digno crédito, es que el periodismo de calidad es necesario.

Más necesario que nunca.

Es en esta línea que Diario EXPRESO considera que su presencia y vigencia no solo debe continuar, sino reforzarse aun más en todo Ecuador.

La ubicuidad de internet, en casa, en el trabajo, en la mesa de noche, en el bolsillo, también ha exigido a los medios hallar una fuente de ingresos que reemplace al modelo tradicional de negocio, aquel que basa su existencia casi exclusivamente en los ingresos por publicidad. En la búsqueda del mejor modelo hemos considerado que la suscripción digital es la que mejor se amolda al comportamiento de nuestros millones de usuarios y garantizará la independencia y los contenidos trascendentes que siempre han caracterizado a Diario EXPRESO.

Se trata de un sistema, el de la suscripción digital con muro de pago, que nació en sociedades de realidades distintas a la nuestra, pero que en los últimos años se ha puesto en marcha en distintos países de la región con numerosos casos de éxito: La Nación de Argentina, Globo de Brasil, El Espectador de Colombia y El Comercio de Perú son algunos de ellos. EXPRESO se suma a esa lista de medios innovadores.

En un proceso que cuenta con varios pasos, siendo el primero el de la suscripción gratuita, serán nuestros más fieles usuarios los que nos permitirán seguir adelante, en un momento, insistimos, en que se hace cada vez más necesaria la información que nos caracteriza: con valor agregado, diciendo lo que otros prefieren ocultar. Y, por supuesto, todos los contenidos que contribuyan a que nuestros usuarios mejoren su calidad de vida.

Este sistema de suscripción digital con muro de pago permitirá también seguir invirtiendo en nuestro equipo periodístico, el verdadero músculo de esta empresa, y en más recursos que faciliten alcanzar nuestro objetivo de siempre: servir con información verificada.

Se especificaba al inicio que los medios de comunicación tradicionales y de una marca sólida son más que necesarios. Y los que han sobrevivido son aquellos que han entendido los cambios de la sociedad y se han adecuado a ellos. Ese es el camino que hemos tomado.