Un sismo de 6,4 grados de magnitud derrumbó varios edificios ayer en Taiwán, dejando al menos 14 muertos, más de 400 heridos y unos 150 desaparecidos.

El sismo golpeó en mitad de la noche, especialmente en la ciudad de Tainan (sur), donde se desplomó un complejo residencial de 16 plantas.

Se cree que allí había numerosas familias recién llegadas para festejar el año nuevo chino y que mucha gente podría haber quedado atrapada bajo los escombros.

Según el centro nacional de respuesta a los desastres, se seguía sin noticias de 150 personas en Tainan y otros distritos de la zona. Los rescatistas seguían sacando sobrevivientes de los escombros en la noche.

En el complejo residencial Wei-kuan murieron 12 personas, entre ellas un bebé de diez días, informaron los bomberos. Las otras dos víctimas fallecieron en otras partes de la ciudad de Tainan, al caerles cascotes encima.

Cuando tembló la tierra, “quedé atrapado entre mi cama y el armario”, relató Su Yi-ming, de 48 años. “Golpeé contra el armario para llamar la atención de los socorristas, quienes rompieron la ventana para rescatarme... Cuando empezó el terremoto me quedé en blanco. Todo se sacudió violentamente y la casa simplemente se vino abajo. No atiné a reaccionar”, agregó Su, que logró salir ileso, junto con su mujer y sus dos hijos, que tenían heridas leves.

“Nos quedamos acostados en la cama esperando a los rescatistas porque pensamos que era más seguro”, contó por su parte Wang Chih-peng, de 38 años, que logró salvarse, junto con su esposa y su hija de tres años.

“Oí el ruido de los socorristas acercándose, pedí ayuda a gritos y sacaron la ventana para luego sacarnos a nosotros. Vi que el edificio se había caído y por suerte estábamos vivos”, recordó Wang. AFP