“Andaban en varias motos, les rodearon para que no huyan y luego empezaron a dispararles, fueron más de quince tiros los que se escucharon”, narró un testigo del asesinato de los ciudadanos, Ángel Espinales y Fernando Calderón, ocurrido la madrugada de este lunes 14 de agosto de 2023.

Espinales estaba a unos 50 metros de su vivienda ubicada en el barrio Costa Azul en el cantón La Libertad, ya se aprestaba a ingresar a su hogar, pero antes de hacerlo dialogó de forma amena con su amigo Fernando Calderón, fue entonces cuando llegaron sus victimarios.

Calderón murió de forma instantánea, su cadáver yacía tendido en medio de la calle de tierra donde conversaba, mientras que Espinales moribundo fue llevado en carro particular al hospital, Rafael Serrano López. En la casa de salud se confirmó que llegó sin vida.

“Murió en el camino porque los disparos fueron a la cabeza. Le dieron con saña”, narró uno de los conocidos de la víctima. Tanto Calderón como Espinales vivían en el mismo sector barrial y les unía una gran amistad.

Consternados por lo acontecido, los allegados de ambos evitaron dar detalles de las posibles causas del ataque, “la justicia divina se encargará de quienes nos han causado este dolor porque de la ira de Dios no se salva nadie”, dijo otro pariente.

El mayor de la Policía, Holger Guillen, informó que Ángel Espinales tenía antecedentes penales, por lo que se presume que los asesinos andaban en su búsqueda. Según el registro policial, el ahora occiso fue condenado a cinco años de prisión en el 2015 por haber participado de un robo.

El lugar donde se produjo el doble crimen es apartado de la urbe peninsular, allí existe una cámara de videovigilancia y espera que la grabación ayude a identificar a los asesinos.