Las cifras frías y duras de cuántos muertos y heridos hubo en un accidente de tránsito, ha relegado el tema de ¿qué pasa con los familiares de las víctimas de los accidentes? La Ley de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial también establece una protección para ellos.

Para el efecto, mediante Decreto, se creó el Sistema Público para Pago de Accidentes de Tránsito (Sppat), que sustituyó al Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT). Este organismo se encarga de recaudar el valor del seguro que pagan todos los vehículos a motor, sin restricción de ninguna naturaleza, sean de propiedad pública o privada.

¿Para qué sirve? El Sppat cubre cualquier accidente de tránsito. La protección se mantiene en todas las casas de salud públicas y privadas, solo con la presentación de la matrícula de su vehículo.

El dinero recaudado sirve para indemnizar a las víctimas de los accidentes de tránsito. 5.000 dólares por persona fallecida o discapacidad y hasta 3.000 dólares por persona herida. Según cifras entregadas por el Sppat a EXPRESO, de enero a agosto se ha pagado más de once millones de dólares por parte del seguro. (Ver infografía).

Si bien se han creado mecanismos como el Sppat, organizaciones civiles dedicadas a la protección de víctimas de accidentes señalan que estos no están siendo efectivos, que hay mucho desconocimiento entre la ciudadanía de los servicios que prestan, e incluso hablan de presuntas irregularidades.

Soraya Herrera, de la Fundación Centro de Apoyo a Víctimas de Accidentes de Tránsito (Cavat), sostuvo que la falta de información, apoyo y acompañamiento a los familiares de víctimas de tránsito se mantiene. Ante eso, ellos plantean la creación de la Unidad de Atención de Víctimas. “Esa unidad va a evitar la revictimización a la que todas las víctimas hemos sido sometidas a lo largo de estos años en los juzgados, en los peritajes, en el maltrato en los hospitales”.

“Si el Sppat no hace propaganda del seguro, nadie se entera, por lo que los abogados han vuelto a hacer un negocio de los accidentes de tránsito, a quienes les cobran hasta el 50 % por cobrar el seguro, cuando el trámite y cobro de la indemnización es gratuita”, afirmó el vicepresidente de Cavat, Polo Paredes.

Rosa Carrera, directora de la fundación Corazones Azules, dijo que es tiempo de que las víctimas tengan una respuesta efectiva. Ella también denunció la “mala fe” con que actúan ciertos abogados que se “aprovechan del dolor de los familiares de las víctimas”.

El director de Justicia Vial, Guillermo Abad, fue más allá. Indicó que junto con la Comisión Anticorrupción ha presentado una denuncia penal en contra del Sistema Público para Pago de Accidentes de Tránsito por irregularidades en el pago de las indemnizaciones.

“Existen varias irregularidades, que van desde la falsificación de documentos hasta peculado”, afirmó. Dijo que el tema está ya en investigación en la Fiscalía y se espera una respuesta.

La propuesta

Reformas a la Ley de Tránsito

Como parte del pacto nacional por la seguridad, Justicia Vial y las fundaciones Cavat, Corazones al Cielo y Corazones Azules, plantean cinco cambios a la Ley de Tránsito.

Auditar los últimos diez años de gestión de la ANT; mejorar los procesos de juzgamiento en accidentes; retornar al curso obligatorio para obtener la licencia no profesional; crear nuevas modalidades de transporte en función de la demanda; y, crear unidades de atención a víctimas para ayuda legal y psicológica.

VOCES

Soraya Herrera, Presidenta de la Fundación Cavat

El pacto es una oportunidad sin precedentes para que en el país se empiece a aplicar política pública en materia de seguridad vial, que pueda atender de mejor manera a las víctimas.

Rosa Carrera, Directora de la Fundación Corazones Azules

Ecuador tiene, aproximadamente, 2.400 fallecidos, 21.000 lesionados y 32.000 accidentes al año. El terremoto de 2015 le dejó a Ecuador 750 muertos. Eso quiere decir que cada año hay tres terremotos.

María de La Torre, Presidenta de la Fundación Corazones al Cielo

Trabajamos en sensibilización, concienciación, prevención y atención a las familias víctimas de siniestros de tránsito. Una persona que falleció ya no es víctima, las verdaderas víctimas son las que quedan.