Quieren dinero pero más rápido. Por eso ahora los secuestradores han optado por los secuestros que duran horas o máximo días, en la mayoría de los casos.

En lo que va del año, según información policial se han registrado 35 secuestros y 33 extorsiones. Las provincias con los índices más elevados de esos delitos son Guayas, Los Ríos y Santo Domingo de los Tsáchilas, según el jefe de la Unidad Antisecuestros y Extorsiones (Unase) Wilson Zapata.

Un exoficial de la Policía que por varios años trabajó en tema de secuestros y que pidió la reserva de su nombre señala que detrás de los secuestros se encuentran miembros de bandas delincuenciales. Así, en Guayas los ilícitos estarían dirigidos por miembros de Los Choneros, en Santo Domingo Los Lobos y en Los Ríos los Chonekiller.

De los 35 secuestros, al menos 34 se había resuelto y uno se encontraba en investigación. Zapata indicó durante una rueda de prensa en la Comandancia de Policía que en dos casos, por pedido de la familia para la liberación hubo pago de dinero.

Señaló que se hizo eso respetando el criterio que se forma a través del Comité de Crisis en el que la decisión de la familia es la que cuenta para ejecutar o no una operación.

La extorsión es el móvil de muchos de los últimos casos de secuestros que, aunque esporádicos, también se registran en Quito. En marzo pasado Mauricio Martínez y Vanessa Egas sufrieron una experiencia traumática. Mientras esperaban que llegue una grúa a la Ruta Viva para transportar su vehículo descompuesto fueron interceptados la madrugada de un domingo. Los sospechosos les exigieron que entreguen tarjetas y claves. De ellas se robaron 3.000 dólares en efectivo.

Además, despojaron a la pareja de joyas y billeteras y exigieron los contactos de sus familiares con el objetivo de requerir más de 10.000 dólares a cambio de la liberación. La Unase liberó a los secuestrados.

El comandante de Policía, Fausto Salinas, recuerda que hace varios años intervino en el rescate a una pareja secuestrada en la provincia de Sucumbíos. Eran padres de un policía y habían permanecido retenidos contra su voluntad por más de seis meses.

La Policía identificó a los miembros de una organización irregular de Colombia que estaban en la selva viviendo en carpas y cambuches. Se organizó una operación y antes de ubicar a los secuestrados tuvieron que hacer un recorrido de casi un día y medio. Los secuestradores huyeron a la selva dejando granadas, armamento y documentos.

El comandante menciona que ahora los secuestros son diferentes. Ya no se prolongan por meses sino que los delincuentes retienen uno o dos días a la persona y obligan a pagar cantidades de dinero o las sacan de sus cuentas o tarjetas.

Salinas recomienda que la aplicación de un plan de seguridad familiar para evitar secuestros y en caso de ser víctimas confiar en la Policía para la liberación tomando en consideración que la Unase tiene un 99,9 % de efectividad en la resolución de casos.

El exoficial de la Policía experto en tema de secuestros sugiere cambiar las costumbres. Por ejemplo, según la información policial esos delitos se cometen mayoritariamente en la noche y los delincuentes ya no hacen estudios pormenorizados de las víctimas. Ahora los secuestradores buscan la oportunidad, merodean sitios concurridos, de moda y apuntan a los jóvenes y a sustraer cantidades menos altas de dinero. Recomienda no exponerse en redes sociales, salir en parejas o en grupos.  

Amenaza

El peligro de las redes sociales

Una de las fuentes de información de los delincuentes a la hora de aplicar secuestros son las redes sociales. En ellas buscan perfiles de víctimas que frecuenten páginas de bares de moda, sitios de venta de droga o la vida social que se exhibe en internet.

Por eso la recomendación a la gente es a autocuidarse, reducir el consumo de alcohol, si deben desplazarse desde los sitios de diversión utilizar conductores de confianza y evitar colocar información de sus actividades.