Samsung Electronics Co Ltd reconoció ayer que espera sufrir un impacto en su ganancia operativa de unos 3.000 millones de dólares en los próximos dos trimestres luego de que dejara de producir su teléfono inteligente defectuoso Galaxy Note 7.

El anuncio lleva a unos 5.300 millones de dólares las pérdidas totales que la firma prevé como consecuencia de los problemas de sobrecalentamiento del aparato, luego de que anunciara el miércoles que sufrirá un impacto de 2.300 millones de dólares en sus utilidades del tercer trimestre.

El dispositivo premium con el que la firma surcoreana planeaba competir contra los últimos iPhones de Apple Inc debió ser descontinuado a principios de esta semana, menos de dos meses después de su lanzamiento, debido a los temores de seguridad. La empresa había solicitado a todos sus clientes que apagaran el teléfono y lo devolvieran a las tiendas para ser sustituido por otro por el riesgo de explosiones y quemaduras. Los celulares de sustitución también tenían el mismo problema.

Para compensar la pérdida de ingresos, Samsung dijo que ampliará las ventas de dispositivos móviles como el Galaxy S7 y el S7, y realizará “cambios significativos” en sus procesos para asegurar la calidad a fin de mejorar la seguridad de sus productos.