La salud oral define el bienestar

Antes que en el modelo de lonchera o mochila, los padres deben pensar en un factor base del buen rendimiento escolar de su niño: la salud. Y siendo la oral la base de la salud general, antes de que el niño vuelva a clases haga revisar de un profesional el estado de su boca. La odontóloga Fanny Álvarez Rivera aclara que ese cuidado debe iniciarse antes del brote de los dientes de “leche”. La madre, dice, tras cada ingesta de alimentos (aunque sea el seno materno), debe limpiar con una gasa estéril las encías del bebé, para eliminar restos de alimentos, y formar en el pequeño el hábito. La salud oral no es solo cuestión de estética, es un pilar de la salud general, dice la doctora, porque las enfermedades que dañan otras partes del organismo entran por la boca.

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La doctora Álvarez indica que el niño, entre los seis y diez años, precisa ayuda de un adulto para cepillarse los dientes. A esa edad, los padres tienen la función importante en el control para verificar la eliminación de la placa dental en el niño y que vaya mejorando la técnica de cepillado. Un niño pequeño no posee la habilidad manual para hacerlo de modo correcto ni es consciente de los efectos de una mala higiene bucal. Un niño mayor, aclara, puede ejecutar la rutina, pero supervisado por un adulto.

Antes de clases

Álvarez aconseja a los padres que antes de volver a la escuela lleven a los niños al odontólogo para que evalúe el estado de sus dientes y tome medidas preventivas para asegurar la buena salud bucal, como es la aplicación del flúor.

Puede enfermar de:

Caries: La mala higiene y las comidas con azúcar favorecen la formación de grietas en los dientes. Se registra en la parte exterior, y si no se trata a tiempo, afecta al nervio, causa dolor agudo y pérdida del diente.

Gingivitis. La encía se inflama por un proceso infeccioso (bacterias) generado por la acumulación de placa bacteriana y sarro. Si no se atiende a tiempo afecta al hueso y deriva en una periodontitis.

Ocasiona sangrado, inflamación, enrojecimiento, sensibilidad al frío y mal aliento. Lo causa también el tabaquismo.

Periodontitis. Es la infección progresiva de la encía y pérdida del hueso alrededor del diente, que hace que este se desprenda. Cuando se acumula por mucho tiempo placa bacteriana y sarro, la encía enrojece, se inflama, pero no duele, y sangra levemente al comer o al cepillar.

Males más graves: La higiene inadecuada puede manifestarse a partir de una llaga, inflamación o ulceración que dure mucho tiempo. Los

factores de riesgo que detonan males más graves son las dietas bajas en vitaminas A, E, C o hierro; el tabaco, alcohol, infección viral o exponerse mucho al sol.

Halitosis: La mala higiene bucal, caries y el tabaquismo causan mal aliento en adultos. Visite al médico para que diagnostique y dé tratamiento. Pero recuerde, este problema puede generarlo otras alteraciones del cuerpo.

uLa clave

Prevenga males con buena higiene bucal y técnica de cepillado.

Medidas

- Evite alimentos altos en azúcar.

- Si los ingiere, cepille los dientes de inmediato.

- NO chupete. Si come dulces, elija el que dure menos. El chupete expone a los dientes al azúcar más tiempo.

- Pida al odontólogo colocar sellantes en las muelas que evitan acumular sarro y disminuir el riesgo de caries.

- Cepille mínimo dos veces los dientes: en la mañana y antes de dormir. La porción de pasta debe ser del tamaño de una arveja. Es importante limpiar lengua y mejillas. Coloque los filamentos del cepillo en los dientes y en la línea de la encía en un ángulo de 45°.

- Más que la crema dental, lo que importa es una buena técnica del cepillado.

Enseñar

La doctora Álvarez dice que es básico e ineludible crear conciencia en el niño sobre los alimentos beneficiosos, tolerables y cuáles evitar del todo por el bien de la salud de su boca. En eso, no negocie, anota, se trata de su tranquilidad y de la salud del niño.