Rubén Velarde Badillo, alias Barbudo, tenía planeado encontrarse con su esposa, Angélica Lem, en el centro del cantón Babahoyo, pero cuatro horas antes su cadáver fue hallado en su lugar de trabajo. 

Badillo trabajaba como cuidador de cultivos de cacao en la parroquia Febres Cordero, de la provincia de Los Ríos. Su cuerpo fue hallado por sus compañeros, se encontraba dentro de una caseta. 

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Se presume que al celador de 45 años, lo asesinaron en la madrugada del 30 de diciembre, mientras descansaba sobre una hamaca.

En la ejecución del hecho, Rubén no sintió dolor y ni siquiera pudo reaccionar a la presencia de su agresor, quien aprovechó la vulnerabilidad de su víctima para propinarle varios disparos.

Angélica Lem, esposa del fallecido, se movilizó al lugar apenas le avisaron de lo ocurrido. La mujer llorando comentó que su marido le escribió por última vez alrededor de las 00:20 para programar el encuentro de la mañana. “A las 11:00 nos íbamos a ver en Babahoyo, pero me levanté y recibí esta noticia”, relató.

Jomaira Velarde, hermana del difunto, comentó que la última vez que lo vieron fue hace dos días, pero cuando se movilizó a la cacaotera siempre estuvo comunicando diciendo que estaba bien. La última comunicación fue hasta la medianoche del viernes y después se presume que lo asesinaron. 

Los motivos del crimen aún son inciertos y la familia alegó desconocer bajo qué circunstancias le arrebataron la vida. En noviembre de este año, un hijo de Rubén también fue asesinado en Babahoyo y ahora estarán juntos en la eternidad.

 Agentes de Criminalística realizaron el levantamiento del cadáver  y fue trasladado a la morgue de Babahoyo. Allí sus deudos hicieron el trámite para el velatorio y procedieron a retirar sus restos.

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