Creo que sin mayores demoras debe terminar la pugna que existe por el rectorado de la U. de Guayaquil porque esta situación ha causado mucha inestabilidad y preocupación en propios y extraños por los enfrentamientos y disputas que han dejado incluso algunas personas heridas. Ojalá que la decisión que adopte la comisión del Consejo de Educación Superior (CES), que dirimirá este delicado asunto y se pronunciará en los próximos días, traiga la paz y tranquilidad que tanto necesita la alma máter porteña para seguir cumpliendo con la gran responsabilidad que tiene ante la sociedad de entregar excelentes profesionales para servir al país.

Jhonny Muñoz