Un comienzo que se podría considerar tibio. De los ocho embajadores que fueron cesados en funciones por el presidente Lenín Moreno el jueves pasado, seis son parte de la carrera diplomática, uno tiene experiencia en Relaciones Exteriores y solo una es parte de la llamada cuota política.

Se trata de María Belén Moncayo, exembajadora del Ecuador en Nicaragua, quien antes de ser nombrada en 2018, participó en el equipo de transición de Moreno, junto a Pabel Muñoz y Eduardo Mangas. También tuvo varios cargos en el régimen del expresidente Rafael Correa.

Los demás cesados son los embajadores en Costa Rica; la Federación Rusa; Hungría, Indonesia, Sudáfrica y Francia, que además cumplían representación diplomática en algunos países aledaños.

El mes pasado, el Ejecutivo anunció una reestructuración y optimización del Servicio Exterior ecuatoriano, con el objetivo de ahorrar recursos por la crisis económica que vive el país, situación que se agravó con la emergencia sanitaria por el coronavirus.

La Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior Ecuatoriano (Afese) envió una carta al canciller José Valencia sugiriéndole que uno de los mecanismos para lograr ese ahorro podría ser “una reducción significativa de la cuota política” en las embajadas y consulados. Se estima que hay algo más de 70 funcionarios de Relaciones Exteriores que se encuentran en esa situación.

Hasta finales de mayo se incluía en ese grupo a Irina Moreno (hija del presidente de la República), quien luego de varios cuestionamientos dejó el cargo de consejera de la Representación Permanente del Ecuador en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.

Entre los puestos políticos en el exterior están consejeros, ministros, secretarios en tres niveles y embajadores. Solo estos últimos pueden ser designados y cesados por decreto presidencial, por lo que no es posible conocer si los demás funcionarios se mantienen o están dejando el servicio exterior.

La Cancillería comunicó que próximamente se ampliará la información sobre el retorno de los funcionarios del Servicio Exterior, tal como lo dispuso el presidente Moreno.

La idea del Gobierno es eliminar las embajadas en algunos países como Malasia, Nicaragua e Irán, así como la representación en la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Secretaría del Parlamento Andino.

En 2019, Ecuador clausuró sus sedes diplomáticas en Nigeria, Angola, Argelia, Etiopía y Bielorrusia. A estos cierres se sumarán los de los consulados en Hamburgo (Alemania), La Haya (Países Bajos), Montreal (Canadá), Río de Janeiro (Brasil), Tapachula (en la frontera entre México y Guatemala) y el de Valencia (Venezuela).

En su momento, José Valencia le dijo a EXPRESO que unos 75 funcionarios dejarían el servicio exterior y que la cuota política “necesariamente se reducirá”, aunque no precisó en qué porcentaje, o si entre los retornados estarán los familiares de algunos asambleístas y funcionarios de la actual administración que tienen cargos en el exterior.