El Consejo Nacional Electoral (CNE) fue enfático en señalar que no es la entidad responsable de controlar la presencia de los vendedores informales fuera de los recintos electorales, que esa responsabilidad es de los municipios.

Dicho control no se realizó en todos los lugares, en muy pocos se vio que realmente había menos comerciantes.

Lo diferente que se vio en esta elección es que se puso la cinta amarilla para limitar el paso de los carros, antes se usaban conos.

Los municipios no lograron evitar que los vendedores informales, en especial los que ofrecían plastificar el certificado de haber votado, obstaculicen la libre movilización de las personas. Muchos se quejaron de que no estaban los policías municipales para poner orden, ya que en las puertas de los recintos electorales se formó una aglomeración entre los que salían o entraban de las entidades educativas y las decenas de vendedores informales que voceaban que plastificaban el documento.

No faltaron las carretillas que ofrecían comida de todo tipo, postres o bebidas.