Rafael Dudamel fue elegido como el técnico de Venezuela por dos razones fundamentales: su historia y su temperamento.

El presidente de la federación de su país, Laureano González, lo dejó claro en su presentación, hace siete meses.

“Es un hombre con sus virtudes y defectos, con una personalidad muy definida, nadie le va a venir a decir ‘¿quién eres tú, de dónde vienes’?, porque tiene más experiencia que cualquiera que pueda convocar”.

Los problemas que tenía el anterior entrenador, Noel Sanvicente, estaban relacionados al manejo del camerino.

En eliminatorias, el equipo marchaba último con un punto, tras seis fechas. Su funcionamiento era deficiente. Clasificar al Mundial dejó de ser el objetivo principal del camino a Rusia. El objetivo de Dudamel fue sentar las bases para pensar en Catar 2022.

Y empezó en la Copa América Centenario, en Estados Unidos. Allí, Venezuela sorprendió en el grupo C, clasificando junto a México y eliminando a Uruguay.

Avanzó hasta los cuartos de final, donde perdió ante la finalista Argentina.

El ánimo fue renovado, así que trató de proyectarlo en eliminatorias. Los resultados siguieron siendo esquivos, pero el funcionamiento cambió. Dejó otra imagen. Ante Uruguay, por ejemplo, tuvo tres claras para ponerse en ventaja, antes de recibir el gol. Ante Bolivia ya todo cuajó y goleó 5-0.

Sus números en eliminatorias dicen que disputó 15 puntos y ganó 4. Anotó 7 goles y recibió 9. Pero, su estilo de juego muestra que están en franco crecimiento. JLV