P arece como una eterna maldición que todas las semanas se registren accidentes de tránsito en las carreteras del país, que dejan de saldo el deceso de niños, jóvenes, adultos y ancianos. Por estos días he visto en los medios de comunicación impactantes imágenes de personas inertes y vehículos destruidos a consecuencia de choques y volcamientos, incluso también han habido mortales colisiones entre motociclistas. Si bien en ocasiones estos percances suceden por fallas mecánicas, en la mayor parte se producen por el descuido y negligencia de conductores que hablan por celular, andan a exceso de velocidad o tienen la peligrosa costumbre de rebasar en curvas.

Lic. Jhonny Muñoz Lima