
Punteros con muchas dudas
Barcelona igualó ante el Aucas en un duelo trabado y en el que brillaron los defensores canarios.
“Clasificación, amigo”. Esta frase la hizo popular un técnico de la Liga española hace unos años, sacándose de encima las críticas por un juego tosco y poniendo el foco en la tabla. Barcelona podría utilizar este argumento hoy, líder en solitario, después de un empate triste, sin goles, en su visita al Aucas.
Poco más que la punta se puede rescatar de lo sucedido en Quito, donde el Ídolo no encontró sus mejores sensaciones. Limitado por el bajo nivel de sus atacantes, los de Almada nunca estuvieron cómodos y llegaron a celebrar la igualdad ante un Papá que fue ligeramente superior y puso en aprietos a Banguera.
Barcelona echó en falta a Matías Oyola. El capitán, lesionado y baja de la convocatoria a última hora, venía siendo el timón del elenco canario. Sin él, y con Minda en su posición, los amarillos nunca fueron capaces de tomar el control, mandar con la pelota y atosigar a su rival como acostumbra. Fueron Rizotto y Jhonny Quiñónez, aunque sin alardes, los dueños del esférico, determinando el estilo de un partido que favorecía al cuadro oriental.
En los guayaquileños todo se fió a las individualidades. Y Esterilla, falto de ritmo, Díaz, Arroyo y Dinenno no tuvieron su mejor día. Solo el delantero centro, que regresaba a la titularidad, contó con alguna opción. Más por corazón que calidad, el argentino rozó el gol en tres ocasiones, pero su relación con el gol está más deteriorada que nunca.
Él fue el primero en avisar. Antes de los diez minutos, probó con un lanzamiento lejano que se marchó desviado, como le pasaría en todo el cotejo. Respondieron los locales, en una jugada personal de Quiñónez, que se encontró con Banguera en el mano a mano.
Poco más sucedió en un primer acto de mucha medular y poca área, sobre todo por el buen rendimiento de Arreaga y Torres, que se hartaron de despejar balones. Barcelona no consiguió mejorar las prestaciones ofensivas, más allá de una picada que se marchó a lateral de la red de Dinenno, ni defensivas de su dupla de volantes en el segundo acto y los locales siguieron llegando, aunque sin excesivo peligro.
Solo cambió el rumbo Barcelona con la entrada de Marcos Caicedo y Alemán, que dieron otro ritmo a los ataques. Allí llegaron las mejores opciones, de nuevo en los pies de Dinenno, pero el gaucho tenía ayer la mira desviada. Remató alto un centro de Marquitos, rozó el larguero en una media chilena y acabó desesperado.
No hubiese sido justo el triunfo canario, aunque tampoco una derrota que pudo llegar el último segundo, con un gran remate de Montaño repelido por Banguera. El punto sin goles reflejó lo visto en Chillogallo, que si bien no ilusiona, mantiene al Ídolo en lo más alto. Clasificación, amigo.
El sube y baja
Mantener el invicto
La mejor noticia para los amarillos, más allá de seguir en lo alto de la tabla, es mantener su dinámica. Son ya 14 partidos sin perder, a uno solo del récord de Almada, con siete triunfos y siete empates. Se cumplieron 100 días desde la última caída en el torneo.
La ineficacia ofensiva
Los canarios nunca estuvieron cómodos y jugaron a merced del rival. Arroyo y Díaz no construyeron ninguna ocasión de peligro, mientras que Juan Dinenno continúa con su sequía, anotando un solo gol en los últimos nuevos partidos jugados.