Aunque ya nos hemos referido a la absurda situación de mantener cerradas tres de las puertas del parque más emblemático de la ciudad, el Centenario, basados en la inseguridad y la presencia de personas indeseables en su interior donde habrían fincado su dormitorio. El alcalde como primera autoridad del cantón puede exigir fácilmente a la policía que proceda a dar el apoyo suficiente en el interior y exteriores del parque sin esperar la intervención de la Defensoría para habilitar las cuatro puertas apostando en cada una de ellas a sendos policías metropolitanos -en lugar de perseguir a vendedores ambulantes- y disponerlos en el cuidado de parques y malecones.

Ing. Nazri Adum B.