Ver a su hijo postrado en una cama durante 9 años mantenía desesperado a Fernando Espinoza. Su hijo sufre de parálisis cerebral infantil, de quien no observaba mejoría pese a las terapias.

Es padre y madre del niño y de su otro hijo de 5 años, con quienes habita en el sector La Laguna, de la parroquia San Camilo de Quevedo.

En una ocasión que viajó a Ambato para cumplir con su trabajo de albañilería vio que un señor había construido una silla tipo andador para un vástago que estaba en las mismas condiciones.

Tomó algunas fotografías del implemento. Cuando retornó a Quevedo y, con la ayuda de un soldador, diseñó la silla para su hijo de 9 años.

Han transcurrido 6 meses y se evidencia mejoría en el chico, quien nació con el 75 % de discapacidad. Incluso recorre la humilde vivienda para encender el equipo de sonido y el televisor.

Fernando está contento por la evolución de su hijo y tiene la esperanza de que algún día camine. Por el momento es él quien le enseña lenguaje para que su niño hable.

La silla que diseñó atrajo la atención de otros progenitores que tienen a sus hijos en las mismas condiciones, quienes pidieron que les construya una igual, por lo que espera una autorización para tomar las medidas.

Fernando busca la manera de mejorar el diseño, como por ejemplo una abertura delantera para que puedan sentarse con comodidad los niños pesados. YGV