Unas cincuenta personas, entre sacerdotes y ayudantes, llegaron hoy, antes de las siete de la mañana al Santuario del Cristo del Consuelo, para una procesión que, en el segundo año de pandemia, fue virtual.

Sobre una cama de rosas con los colores de la bandera de Guayaquil reposó el Cristo crucificado para un recorrido con la teleaudiencia que llegó a los 4.000 espectadores en vivo, pocos frente a los más de quinientos mil feligreses que, hasta el 2019, participaban en el viacrucis de Viernes Santo que en este 2021, por segundo año consecutivo, fue distinto, marcado por el aumento de los fallecimientos en la ciudad (20 por día) y la incertidumbre de hacia donde camina el país en el segundo año pandémico. 

El arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, ofició la celebración virtual de no más de media hora que contrastó con las multitudinarias procesiones recordadas.

Monseñor Cabrera pidió a Dios por el bienestar de las familias, por los enfermos que abarrotan los hospitales, por el país que salga de la crisis y, en especial, por el personal médico que “se juega la vida” atendiendo a los infectados en los hospitales y en las casas.

Imágenes de las catorce estaciones de la pasión, muerte y resurrección de Jesús fueron mostradas durante la emotiva transmisión.

Por segundo año consecutivo, el Cristo del Consuelo sobrevoló la ciudad en helicóptero, acompañado del arzobispo, que les dio la bendición a los porteños.