La preparación física, el arma inactiva
No hay tiempo para reentrenamiento físico, depende del policía. La práctica de tiro es una vez al año, excepto para grupos especiales
Ante la onda expansiva de hechos violentos en el país, las autoridades promulgan, como pronta respuesta, el discurso de redoblar la seguridad con el dote de armas e indumentaria a la Policía Nacional.
Sin embargo, este esfuerzo por equipar a los agentes policiales no va de la mano con la preparación física, psicológica y técnica que amerita, al menos en los policías urbanos o de servicio preventivos.
A decir del coronel Diego Barriga Hidalgo, subdirector nacional de educación y jefe de reclutamiento de la Policía Nacional, el estado físico de los gendarmes depende exclusivamente de ellos y no de la Institución policial.
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Leer más“Es responsabilidad de cada uno de los servidores policiales mantener un estado físico óptimo para desempeñar sus funciones, no tenemos tiempo para mantener un proceso de capacitación física”, sostiene Barriga y señala que, anualmente, la institución realiza una valoración física a todo el personal policial para constatar si están actos o no para continuar en sus filas.
Ante esto, Patricio, policía en servicio activo hace 20 años, discrepa. Asegura que mantener un estado físico óptimo es casi imposible a causa de la mala planificación que hay en los horarios de trabajo y por la sobre carga laboral.
“No hay balas para practicar ni tiempo para mantener el físico. Lo digo porque yo estuve dos años como policía urbano en Guayaquil, durante ese período nunca utilicé mi arma ni en un procedimiento ni en un polígono para practicar, debido a que no hay garantías legales que te protejan ni balas para que vayas al polígono a practicar. Y del físico, ni hablar, los horarios y la carga laboral es tal, que muchos viven en el sedentarismo”, justifica Patricio, quien, en la actualidad, desarrolla actividades de investigación en la institución.
Según las cifras, durante el año 2021 se rindieron 117 capacitaciones a 4.067 servidores en materia de uso de la fuerza en procedimientos policiales y derechos humanos en la aplicación de la función policial.
Dentro de la malla curricular de estas capacitaciones que se dan una vez al año en el plazo de 5 días, existen materias como el mantenimiento del orden público, manejo de crisis, defensa personal, uso de tecnologías letales y no letales, derechos humanos, perfilación criminal, entre otras.
Las prácticas de tiro, al igual que las capacitaciones físicas de los gendarmes, no están incluidas en la capacitación anual, pero, a decir de Diego Barriga, subdirector nacional de educación y jefe de reclutamiento de la Policía Nacional, los agentes del servicio preventivo pueden practicar en uno de los cuatro simuladores digitales que tiene la entidad. Excepto los grupos de fuerzas especiales, como los motorizados, a los que, según Barriga, se les ha otorgado 200 mil cartuchos de municiones para que realicen práctica de tiro en los polígonos de la institución.
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Leer másPara Joseph Cano Farah, experto en seguridad, una capacitación anual no es suficiente para reforzar las aptitudes de un agente policial. “Las prácticas de tiro, físicas, psicológicas y técnicas deben hacerse, como mínimo, cada tres meses.
“El entrenamiento es lo único que refuerza lo aprendido en la escuela de formación, porque en muchos casos hay policías que nunca han disparado sus armas o han intervenido en una persecución policial. Por eso, no se puede esperar a que la calle y el día a día los capacite, hay que dar espacio y destinar recursos para un entrenamiento trimestral”, recomienda Cano.
Para Jorge Villacreces, presidente de Cuport Seguridad, las autoridades que aseveran que existe este tipo de entrenamiento anual, deberían probar que estos no solo están dirigidos a los oficiales en etapa de ascenso, sino también para el policía urbano que patrulla los sectores conflictivos de la urbe.
La entidad cuenta con 2.500 agentes capacitadores que preparan, por grupos, al personal policial de todas las regiones del país, en un plazo de cinco días una vez al año.
“Las consecuencias de no capacitar a los agentes policiales por igual, se evidencia en lo que vivimos día a día como país; actos delictivos en donde los ladrones son más ágiles que las autoridades, con mayor armamento que quizás sí saben usar”, concluye Villacreces.
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Leer másPatricio, el gendarme en servicio activo con 20 años en la institución, refiere que los polígonos de tiro y las pruebas físicas son solo una pantomima en la institución, “si no me cree, vaya a las calles y observe a los policías con sobrepeso que, al costado de su pierna, lleva colgada un arma que, seguramente, no ha usado hace mucho tiempo ni para defender a alguien ni para practicar”.
Patricio agrega que no es positivo equipar de armas y camionetas un pelotón policial que, al pasar los años, ha perdido estado físico, la técnica y la vocación de servir a los demás.
- La preparación de 30 mil nuevos policías
Ante la incesante ola de violencia, el presidente Guillermo Lasso anunció, el pasado 8 de abril, la futura incorporación de 30 mil nuevos agentes policiales a los 50 mil que ya hay en el país. Esto, refirió el mandatario, que se dará en el plazo de tres años. Para esto, la Escuela de Educación Superior de la Policía Nacional prevé ejecutar un proyecto que permita consolidar una red de escuelas con capacidad para 1.400 estudiantes cada una, que se unan a las 15 sedes existentes.
Joseph Cano, experto en seguridad, cuestiona la intención del Gobierno, pues asegura que deja muchas interrogantes sueltas, como la capacidad de espacio y de personal que tendrán que adquirir para preparar a estos grupos durante 12 meses. “No es de preparar y mandar a la calle... Se debe implementar cambios y estrategias que capaciten de manera integral al nuevo pelotón y al que ya existe, en todas sus categorías, no solo en la de las fuerzas especiales”.