El hallazgo de cámaras de video ocultas en cinco suites de una reconocida hostería de la ciudad de Tulcán, en la provincia de Carchi, ha generado preocupación entre los lugareños, pues hay clientes frecuentes que temen estar entre las parejas grabadas sin su consentimiento, en pleno acto sexual.

Para determinar cuántas víctimas hubo, los peritos de Criminalística analizarán el disco duro que estaba conectado al circuito cerrado que almacenaba todas las imágenes, según informó el oficial a cargo de la investigación, capitán Byron Viscarra, de la Dirección Nacional de la Policía Judicial, este viernes 14 de julio.

El uniformado explicó que el lugar del suceso contaba con los permisos respectivos para funcionar como hostería, “pero existía un sitio apartado que se utilizaba como un motel”. Es en ese lugar de la edificación donde se habría cometido una violación a la intimidad.

Por esa presunta infracción fue procesado el dueño del lugar, identificado como Byron Narváez, de 52 años.

De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena de hasta tres años de prisión. Eso se establecerá en su audiencia de juzgamiento, por procedimiento directo, que fue fijada para el viernes 28 de julio.

Actualmente, está libre, pero cada cinco días debe presentarse en la Fiscalía y, además, tiene prohibido salir del país, como publicara en la víspera EXPRESO.

La Policía indicó que las cámaras operaban desde hace más de un mes y que estaban instaladas frente a las camas, ocultas en los parlantes.

Para conocer su versión, este Diario lo contactó donde labora, pero indicaron que por ahora no emitirían comentarios. A los policías del caso, en cambio, el sospechoso les habría dicho que puso las cámaras por cuestiones de seguridad.