
Patrullajes en un territorio lleno de minas
El patrullaje en la zona de San Lorenzo, en la frontera occidental de Ecuador con Colombia, se ha vuelto más complicada por las bombas caseras que han sido enterradas por los disidentes de las FARC.
El patrullaje en la zona de San Lorenzo, en la frontera occidental de Ecuador con Colombia, se ha vuelto más complicada por las bombas caseras que han sido enterradas por los disidentes de las FARC, que integran el frente Oliver Sinisterra que lidera el ecuatoriano Walter Arizala, alias ‘Guacho’, al que se atribuyen los ocho narcoatentados con cuatro muertos y dos secuestros de cinco personas (tres fueron asesinadas).
Militares, expertos en desactivación de minas, integran las patrullas que brindan seguridad en Esmeraldas. Los escudos, en unos casos, son vehículos de guerra y, en otros, equipos de detección que prodigan cierta seguridad a los uniformados. Cualquier precaución es poca frente al patrullaje en un terreno que creen que está minado.
“No sabemos cuántas bombas caseras pueden haberse colocado. Lo que sí tenemos claro es que están diseñadas para causar el mayor daño a las patrullas que los guerrilleros y nosotros sabemos cuántos hombres la integran”, cuenta a este Diario un uniformado que libra esta nueva guerra, esta vez contra el narcoterrorismo.
Por las que han explotado y la que fue detectada el sábado (pudo ser desactivada) se está utilizando explosivo C4, acompañado de clavos, hierro y es accionada con pilas o cualquier otro elemento que genere energía.
En el lado colombiano, las autoridades militares hablan, que además de TNT y dinamita, se está utilizando un cuarto componente básico para su fabricación: el compuesto químico Anfo, que se obtiene de una mezcla de nitrato de amonio y combustible.
Según los expertos, con los que habló este Diario y que en algunos casos pidieron la reserva de su nombre, el diseño de una bomba, dependiendo de su poder, puede tardar entre cuatro y cinco horas, por el cuidado que deben tener en la cantidad de componentes que debe utilizarse, el lugar donde va a ser colocada, el objetivo al que va dirigido y la cantidad de personas a la que se pretende provocar daño.
Pero una vez instalada, la detonación puede tardar entre dos y cinco minutos, dependiendo de lo que se utilice para hacerlo: si cordón detonante o mecha lenta.
El contralmirante Alan Molestina dijo que la situación de la frontera es grave, porque las tropas se están enfrentando a un enemigo invisible que se protege con explosivos.
El sábado, en territorio colombiano, un militar murió y otro resultó gravemente herido, al explotar una de estas bombas que han sido sembradas para cuidar los cultivos de coca, en lo que ha pasado ser una metodología narcoterrorista para atentar contra la vida de policías, soldados y campesinos.
En Ecuador, se sospecha que las bombas caseras del frente de ‘Guacho’ tienen la misma intención, pues las autoridades colombianas aseguran que Guacho y sus compinches son el brazo armado del cartel mexicano de Sinaloa.
Comercio: “Ni los restaurantes venden desde que sucedió el primer atentado”
La situación en la frontera norte tiene como afectados colaterales a los comerciantes y empresas del sector.
Por esta razón, la mañana de ayer representantes de los sectores productivos y empresarios de la zona mantuvieron una mesa de trabajo junto a autoridades del Gobierno, en búsqueda de alternativas para reactivar las zonas fronterizas y precautelar a empresarios y trabajadores.
Franklin Arroyo, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Esmeraldas, señaló que la actividad comercial se ha reducido en alrededor del 40 %, debido a los incidentes de violencia en la frontera norte. “Hay temores y ha bajado el circulante”, añadió Arroyo.
Flavio Paredes, gerente general de Energy Palma, una empresa ubicada San Lorenzo (Esmeraldas) que se dedica a la palmicultura, tiene un cálculo más complejo de la situación y asegura que la actividad comercial se ha reducido en un 60 %.
“Cuando uno va al pueblo los restaurantes están cerrados, los comercios están cerrados”, dijo Paredes.
Pero el problema en la zona fronteriza no es reciente. Los sectores productivos han sido abandonados desde hace 10 o 15 años y que este no es solo un problema del actual Gobierno, declaró Alfredo Villacís, representante del sector camaronero.
“El sector productivo está totalmente parado. La ganadería, la industria lechera. ¿A quién le vendes leche si no tienes cómo comerciar? (...) Ni los restaurantes venden”, señaló Villacís.
Generar empleo es importante para zona para prevenir que los jóvenes, ante la necesidad, busquen enrolarse a organizaciones delictivas.
Ante esta situación, la ministra de Industrias, Eva García, detalló que se identificaron 14 cadenas productivas de las zonas fronterizas, especialmente de la provincia de Esmeraldas, en las que se trabajará de forma prioritaria, entre las que están acuicultura y pesca, forestal, aguacate, caña, palma africana, café, frutales, cacao, lácteos, papas, entre otras.
Entre las medidas urgentes a tomar, dijo García, están eliminación de trámites que sean un obstáculo para la productividad y se buscarán crear Zonas Especiales de Desarrollo (Zedes), parques industriales, entre otros, en las provincias de Esmeraldas, Carchi y Orellana, que sean espacios para la aplicación de incentivos tributarios.
El presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), Richard Martínez, también estuvo presente en el encuentro. El representante empresarial aseguró que más que pensar en una reactivación de la zona lo prioritario es precautelar a las empresas a través de medidas de seguridad. Luego se debe pensar crecer en el mediano plazo con incentivos urgentes.