Si la patria hablara nos diría que los ecuatorianos somos guerreros para el trabajo, que poseemos una gran resiliencia que nos permite superar cualquier desgracia, que en nuestros corazones anida una fuerza solidaria que brota de forma natural cuando así lo requiere la nación, que somos innovadores y proactivos, que no desaprovechamos oportunidad para crecer, y que somos dueño de una profunda fe.

Si la patria hablara nos reprocharía todos los malos gobiernos, de cualquier ideología, que se aprovecharon del poder para llenar sus bolsillos, robándole al pueblo la educación de sus hijos, la salud de las familias, el empleo de los padres, y la vivienda de los desposeídos. Nos reprocharía además que mantenemos dictadores arrogantes y delincuentes, que soportamos una justicia vendida al tirano de turno, y que seguimos pagando una deuda externa en constante crecimiento que mata nuestro futuro.

Si la patria hablara nos pediría levantar la cabeza y romper esta inacción cómplice, para que nunca más los corruptos disfruten lo robado sin pagar cárcel, nunca más los jueces que negocian sus fallos, los criminales que se burlan de los jubilados, los sobreprecios, nunca más el atraco a los fondos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Y lo más grande que nos pediría la patria hoy, nunca más cubrir el déficit generado por gobernantes corruptos e incompetentes; que paguen ellos, los que destrozaron la economía del Ecuador.

Julio César Navas