Una noche de ensueño. Chris Paul realizó uno de los mejores partidos e hizo historia. Para muchos, el mejor base puro de la NBA, Paul firmó 20 puntos, 5 rebotes, 20 asistencias, 3 robos y.... ¡0 pérdidas! en el triunfo 133-105 de los Clippers ante los Pelicans.

Las estadísticas de Chris, que firmó el primer 20+20 de su carrera, no se veían en la NBA, desde hace 40 años.

El experimentado base, de 31 años y 1,83 metros, batió además el récord de asistencias de la temporada. Hasta ahora, la mejor marca la tenían James Harden, Russell Westbrook y Goran Dragic, cada uno de ellos con 17 pases de canasta.

Antes y en el partido frente a los Phoenix Suns, Chris Paul se convirtió en uno de los mejores ‘ladrones’ de la historia al llegar a la barrera de los 1.800 robos a lo largo de su carrera. Con los 6 robos se ubicó como el 17º jugador en la historia en superar dicha cantidad.

Luego y tras seis temporadas vistiendo la camiseta de los Clippers, Paul se consagró oficialmente como el máximo asistente en toda la historia de la franquicia con 3.502 asistencias, superando a Randy Smith, quien ostentaba el primer puesto de este ranking gracias a sus 3.498 asistencias logradas en ocho años con la organización.

Ahora sin Anthony Davis y Blake Griffin, los Clippers parecían haber perdido gran parte de su atractivo. Pero quedaba Chris Paul. Y para recordárnoslo, el base nos regaló una actuación difícil de olvidar: 20 puntos, 20 asistencias, ninguna pérdida y tres robos de balón en menos de 30 minutos. Desde que las pérdidas se contabilizan (1977-78), nadie había logrado un 20+20 sin haber perdido un balón. Y nadie lo había hecho repartiendo al menos 20 pases de canasta desde que Rickey Green lo lograra con los Jazz. Un partido bárbaro que sirvió para devolver a los Clippers a la senda del triunfo.

Los Clippers vencieron con Paul a la cabeza y con muchos de sus compañeros rindiendo a gran nivel como Jamal Crawford que metió 22 puntos.