El papa alegra a los sin techo
Francisco invitó ayer al circo a unos 2.000 indigentes, refugiados, un grupo de detenidos y una muchedumbre de niños gitanos a una tarde dedicada al arte y la magia circense.
La invitación al Ronny Roller Circus, en Roma, llegó a través de la Limosnería Apostólica del Vaticano, la cual organizó el traslado de los invitados del pontífice, quienes estuvieron acompañados por voluntarios y equipos de médicos y enfermeros.
“Eso es bueno para el alma. Necesitamos belleza”, comentó Francisco el año pasado al recibir para una audiencia especial a los artistas de esta compañía.
Un servicio médico móvil fue instalado en frente de la enorme carpa circense para atender consultas y un refrigerio fue ofrecido al final del colorido espectáculo.
Según la página Vatican Insider, la flota de buses de la Santa Sede, que se utiliza normalmente para transportar a los prelados, fue empleada para llevar a los espectadores. AFP
