Iberoamérica se ha comprometido a crear un mercado regional de industrias culturales para que este sector sea importante en el crecimiento y desarrollo como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU para 2030. La idea se discutió el viernes último en Bogotá.

“Impulsaremos acciones estratégicas para establecer y desarrollar el mercado iberoamericano de contenidos originales de nuestras industrias culturales y creativas”, afirmó el ministro de Cultura de Panamá, Carlos Aguilar, al leer la declaración final de la XX Conferencia de Ministros Iberoamericanos de Cultura.

En la cita también participó el ministro de Cultura ecuatoriano, Juan Fernando Velasco, y sus homólogos José Guirao (España), Silvia Riva (Andorra), Sylvie Durán (Costa Rica), Élder Súchite (Guatemala) y Carmen Vásquez (Colombia). Además del secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, y la secretaria general, Rebeca Grynspan.

El fin es impulsar principalmente las micro, pequeñas y medianas empresas para consolidar la economía creativa como uno de los pilares de crecimiento sostenible y funcional. También “promover la creación, producción, distribución y comercialización de bienes y servicios culturales”.

Por ello, los funcionarios pidieron a la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), organizadores del encuentro, que diseñen y pongan en marcha una estrategia regional para impulsar su transformación social, económica y medioambiental.

“Dicha estrategia facilita la innovación, la accesibilidad, la coproducción y la circulación de las expresiones culturales”, añadió Aguilar.

Los países también se comprometieron a ampliar La Cultural, una plataforma del Gobierno argentino para fortalecer los proyectos del sector que esperan llevar a otros países de la región, así como los Mercados Culturales Iberoamericanos (MCIber).

Se acordó, además, “generar información, datos y evidencias para tomar mejores decisiones en el diseño, implementación, monitoreo y evaluación de políticas culturales e incidir intersectorialmente de manera más efectiva, profundizando el trabajo en las cuentas satélites de cultura, los observatorios, los centros de pensamiento y los sistemas integrados de información cultural”.

Por otra parte, detalló Aguilar, se realizará “un encuentro entre los sectores cultural y empresarial de Iberoamérica con el fin de avanzar en alianzas estratégicas para el desarrollo de proyectos culturales comunes, el cual se llevará a cabo en el año 2021 en Panamá”.

Los ministros y altos funcionarios de cultura de la región, como parte de la agenda 2030 de la ONU, también fomentarán “el progreso, la transformación, la inclusión y la cohesión social a través de la cultura bajo el principio de pensar globalmente para actuar localmente”.

“Impulsaremos la innovación en la competitividad y desarrollo de la cultura en el contexto digital, como factor fundamental para el acceso, la creación, producción y circulación de contenidos culturales”, añadió el ministro panameño.

Los delegados de 22 países firmaron la declaración de la Conferencia, que será llevada a la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se realizará en noviembre de 2020 en Andorra.

Durante los dos días de conferencia, los funcionarios reflexionaron sobre los desafíos que enfrenta el sector, como lo son la importancia del patrimonio cultural en el desarrollo, la inclusión y la sostenibilidad.

La Cultural llegaría a Ecuador

La Cultural es una iniciativa de la Dirección Nacional de Formación Cultural Argentina, que según lo acordado en el encuentro se replicará en todos los países convocados.

Se trata de un espacio de formación gratuito para gestores y creadores de la cultura, donde se exhiben cursos sobre los últimos temas y tendencias del campo cultural. Cuenta con una escuela digital gratuita, una red para crear alianzas y una biblioteca de experiencias e innovación cultural.

La Cultural, según su página web (lacultural.cultura.gob.ar) nace para repensar la cultura en una época de grandes transformaciones, que surgió ante el desafío de asumir los nuevos retos que demanda la formación en gestión cultural en la actualidad y “se fundamenta en la necesidad de reimaginar las coordenadas que marcaron hasta ahora los contenidos y formatos de capacitación y de gestión en el ámbito de la cultura y las artes”.