No hay confianza. La oposición insiste en su denuncia sobre las inconsistencias del padrón electoral. Se sustenta en un informe técnico.

Ayer, el exauditor de las organizaciones políticas, Néstor Marroquín, presentó el informe pericial de los problemas que detectó en el registro electoral para los comicios de 2017.

Después de escuchar una amplia explicación sobre el tema, que incluía certificados de defunción y ejemplos concretos, la oposición decidió ir por cuatro caminos.

El primero es presentar otra denuncia a la Fiscalía. El segundo es acudir, nuevamente, al Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigir que se depure ese registro. El tercero es plantear un juicio político al presidente del CNE, Juan Pablo Pozo. Y, el cuarto, ir a organismos internacionales.

El estudio de Marroquín sobre el padrón señala que hay personas fallecidas habilitadas para votar. Además, extranjeros inscritos como ecuatorianos, personas con dos y hasta tres cédulas y números de cédulas que pertenecen a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). “El 7,75 % del padrón electoral tiene inconsistencias”, advirtió Marroquín. El documento se elaboró con los datos del propio Consejo, agregó el técnico cuestionado por el líder de Concertación, César Montúfar.

Gilmar Gutiérrez, de Sociedad Patriótica, quien ha denunciado las inconsistencias del padrón electoral, dijo a EXPRESO que en el Registro Civil y en el CNE “hay técnicos quieren que el número de votantes fantasmas crezca para hacer un fraude”, subrayó. CMP