Desde la semana pasada, existe un lugar donde es posible degustar waffles con la forma exacta de un pene de tamaño grande. Se trata de ‘La pollería’, un local ubicado en el céntrico barrio madrileño de Chueca, España. El sitio recibe este nombre por la venta de “pollas”, como se denomina coloquialmente a los órganos genitales masculinos en esa parte del mundo.

El establecimiento es propiedad de Pedro Buerbaum, un español de 24 años, quien llegó a encontrar esta idea mientras buscaba diversificar su negocio de helados con la venta de waffles. El emprendedor pidió a una proveedora china de wafleras, el catálogo con los distintos moldes que ofrecían, entre los cuales encontró el de un pene de grandes dimensiones y no dudó ni un solo momento en ofrecer este llamativo producto en la conocida zona roja de la capital española.

Los “pollofres”, como los llama Pedro, miden 17 centímetros y cuestan 3,80 euros (4,23 dólares), más 0,50 por bañarlos en alguna cobertura como chocolate negro o chocolate de fresa. Pero el más demandado es el de chocolate blanco, pues “a la gente le gusta el hiperrealismo”, manifiesta el propietario a medios locales.

A pesar de que el local aún no está acondicionado y decorado por completo, los clientes se amontonan en la puerta para poder comer los pollofres. Además, este nuevo y provocador negocio se ha popularizado en redes donde en cuestión de 24 horas consiguió la cifra de mil seguidores en Instagram y ahora ya ronda los 6.000.

Los waffles están elaborados con la receta tradicional, pero Buerbaum no descarta preparar estos penes de repostería con ingredientes alternativos y en un futuro ofrecer pollofres para veganos o celíacos.