Juguetes, caramelos, comida, baile, payasitos y elección de princesitas de Navidad. Hubo de todo en las afueras del barrio de tolerancia conocido como La 18. Allí se armó la fiesta para hijos de los comerciantes informales y de las trabajadoras del lugar, quienes ayer hicieron un alto para pasar el día junto a sus seres queridos.

Las chicas aprovecharon que este domingo no se laboró y acudieron con sus niños para el agasajo, que fue coordinado por Brenda Rentería, presidenta de la Asociación de bares del barrio Salinas, ayudada por el comisario de Policía Mario Arévalo y varias personas voluntarias que apoyaron la noble causa.

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“Con una rifa que hago todos los años y la colaboración de mis amigas Katty, Olguita, Lorena y Vilma, se logró el financiamiento de la fiesta, donde disfrutaron chicos y grandes”, dijo Rentería.

El evento comenzó al mediodía y concluyó en la noche de este domingo 22 de diciembre, como previa a las festividades de Navidad y fin de año.

Rentería cuenta que antes realizaba el agasajo al interior del barrio de tolerancia, ubicado en las calles Cuenca y entre las calles 17 y 18, suroeste de Guayaquil. Sin embargo, autoridades de esa época sugirieron que se lo haga en las afueras del sitio, donde laboran las trabajadoras sexuales de la urbe porteña.