Quienes recorren Guayaquil por la tarde, bajo el sol canicular y el tráfico pesado que trae consigo diciembre, encontrarán más de una opción para llevar al 'espíritu navideño' a casa. Esto gracias al empuje y creatividad de quienes viven del comercio, y que han surtido sus negocios del 'color de la Navidad'. Una de ellas, Mirtha Correa, quien desde hace varios años comercializa golosinas en un quiosco ubicado en las calles 10 e agosto y Boyacá, en el centro de Guayaquil. En medio de la época festiva, invirtió y compró velas, crucifijos y gorros estampados de la imagen de Papa Noel "para atraer más clientes". 

"En esta fecha vendo más velitas por la novena. Como queda cerca la iglesia, las personas vienen a comprar crucifijos y otras cosas. Asimismo los gorritos navideños que están de moda por la época", cuenta Mirtha, asegurando que, durante el mes, las ventas mejoraron.

Como ella, Julio Chacín, de 18 años. Sale a recorrer las calles de Guayaquil con la esperanza de vender 100 manzanas caramelizadas por día. Sabe, con certeza, que aquello no es imposible, pues asegura que "a las personas que andan comprando los regalos de Navidad, siempre se les antoja un dulce". Dice que lo hace por el día porque por la noche estudia, junto a sus otros hermanos. "Es un negocio familiar que tienen buenas ventas en este mes".

Otros, viajan desde muy lejos para comercializar sus productos en el puerto principal. Así lo hace cada año Martha Clavo Piña, de 53 años. Contó a EXPRESO que llegó hace unas semanas a Guayaquil para vender lo que confecciona: trajes navideños para mascotas. Asegura que, como ella, otras mujeres viajan con artesanías y arreglos de la época al Puerto Principal porque "aquí el sol sale para todos, y se vive con mayor algarabía la época".

Otros, cambian de disfraces en esta época en la que el "Papa Noel se pone de moda". Así le contó a este Diario, José, quien todos los días, por la tarde y noche, le da vida al personaje Spiderman para animar a los niños que recorren el bulevar de la 9 de Octubre. "Yo soy el hombre araña de enero a noviembre, pero en estas fechas, diciembre, soy el señor que trae los regalos". Comenta, entre risas, lo feliz que le hace compartir con los niños que, a cambio de una moneda, le piden una fotografía o le cuentan su anhelo de Navidad.

A él se suma otro hombre araña, uno que recorre Guayaquil con el disfraz que nunca deja y al que le ha incorporado un 'toque' navideño' y otros accesorios más. 

LAS POSTALES NOCTURNAS

Por la noche, el comercio andante se disipa entre las familias que recorren a paso lento las calles de Guayaquil, sobre todo aquellas que albergan árboles gigantescos, nacimientos y decoración acorde a la época. Uno de ellos, los exteriores del Municipio de Guayaquil, el Malecón 2000 y la avenida Francisco de Orellana. 

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