El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, reiteró hoy martes 28 de febrero el pedido público de la Unión Europea a las autoridades iraníes para que detengan las ejecuciones de personas vinculadas con las protestas ciudadanas de los últimos meses.

"Hemos visto valerosos iraníes que han intentado hacer valer sus derechos y nos indigna el uso de la pena capital. Tanto en público como en mi contacto directo con las autoridades, he pedido que se ponga fin a estas ejecuciones", dijo en una intervención telemática en la sesión inaugural del Consejo de Derechos Humanos, que se reúne en Ginebra.

En su discurso, también destacó por su gravedad la situación de las mujeres y niñas en Afganistán, donde "los talibanes siguen violando sus derechos, se les niega el derecho a la educación, se les confina a sus casas y no tienen un lugar en el espacio público. Sufren el apartheid de género".

Aseguró que la UE sigue totalmente solidarizada con la población afgana, de unos veinte millones de personas y de las cuales el 70 % requiere ayuda humanitaria.

Ante el mayor foro internacional de derechos humanos, Borrell reconoció que ningún país tiene un historial perfecto en derechos humanos y que en esto incluye a los miembros de la UE.

En otro pasaje, el alto representante europeo fue enfático en cuanto a que el bloque no aceptará "quebrantamiento alguno de la carta de la ONU".

"La UE no aceptará ninguna justificación a la discriminación de otros seres humanos cualquiera que sea el motivo, la nacionalidad, la etnia, la religión, el género, la orientación sexual o la discapacidad", comentó.

En esta línea indicó que todos los países de la ONU tienen el deber de garantizar la rendición de cuentas ante violaciones de los derechos humanos sin importar donde ocurran.

En un breve comentario, añadió que Bruselas espera que China cumpla con las recomendaciones de un informe de la ONU que corrobora violaciones sistemáticas de los derechos humanos de la minoría musulmana uigur en la región de Xinjiang.