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Estados Unidos
Manifestantes protestan contra el aborto frente a la sede del Tribunal Supremo de EE.UU., en Washington. EFE/Jim Lo ScalzoEFE

Tres temas se debaten en el Supremo de EE. UU.

Se analizan el acceso al aborto, derecho a portar armas, así como el programa de torturas de la CIA  

El Tribunal Supremo de Estados Unidos inició un nuevo curso judicial que promete captar la atención de la sociedad estadounidense con casos sobre el acceso al aborto, el derecho a portar armas y hasta el programa de torturas de la CIA.

Los nueve jueces del Tribunal Supremo volvieron a la corte tras 18 meses de ausencia por la pandemia y dieron por inaugurado el curso judicial.

No pudo asistir el magistrado conservador Brett Kavanaugh, que la semana pasada dio positivo por COVID-19, pese a estar vacunado.

Kavanaugh es uno de los tres jueces conservadores que colocó en la máxima instancia judicial el republicano Donald Trump durante su Presidencia (2017-2021), algo que sirvió para inclinar la balanza a favor de los conservadores. Actualmente, la corte está compuesta por seis magistrados conservadores y tres considerados progresistas.

El caso más relevante que tendrá que ver el Supremo en este período afecta a los derechos reproductivos de las mujeres y tiene como protagonista a Misisipi. Ese estado, de tinte conservador, quiere revivir un proyecto de ley que aprobó su parlamento estatal en 2018 para prohibir los abortos después de las 15 semanas de gestación.

Cortes de menor instancia han impedido que esa norma entre en vigor porque consideran que va contra el precedente legal que estableció en 1973 el Tribunal Supremo de EE. UU. en el caso “Roe contra Wade”, en el que reconoció que una mujer puede acabar con su embarazo en los primeros seis meses de gestación.

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Ahora Misisipi está pidiendo al Tribunal Supremo que anule ese precedente legal, lo que permitiría a cada estado prohibir o permitir el aborto a su antojo.

Hasta ahora, el Tribunal Supremo había defendido el precedente legal de “Roe contra Wade”, pero recientemente permitió que entrara en vigor una ley de Texas que prácticamente acaba con el derecho al aborto al prohibir esa intervención a las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben si están embarazadas. Debido a ese cambio de actitud, organizaciones defensoras del aborto tienen la vista puesta en el 1 de diciembre, cuando el Tribunal Supremo celebrará una vista sobre el caso.

Un grupo respaldado por la poderosa Asociación Nacional del Rifle pide anular una ley de Nueva York, en la que se establece que quienes llevan su arma en público deben obtener un permiso especial. Nueva York junto a California tienen leyes más estrictas. Otro de los casos que promete captar la atención es el del polémico programa de torturas que la CIA creó para interrogar a sospechosos de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Hoy, el Gobierno de Joe Biden intentará convencer al Tribunal Supremo de que no debe permitir que dos contratistas de la CIA testifiquen en Polonia sobre su papel en la tortura de Al-Abidin Husayn, conocido como Abu Zubaydah y que sigue preso en Guantánamo sin que se hayan formulado cargos en su contra. Asimismo, el 13 de octubre, el Gobierno de Biden pedirá al Tribunal Supremo que vuelva a imponer la pena de muerte a Dzhokhar Tsarnaev, uno de los autores del atentado de Boston de 2013, en el que tres personas murieron y 260 resultaron heridas.